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En el Polideportivo de Mar del Plata arrancará esta noche una nueva historia, la 31 si le ponemos un capítulo a cada temporada de la Liga Nacional desde su estreno oficial en 1985 tras un año de transición en 1984. Pero no será una temporada más. Trae condimentos especiales.

Primero, un cambio de mando. Después de más de dos décadas al frente como presidente, se fue Eduardo Bazzi y llegó Fabián Borro, con la renovación que eso implica por sí mismo. No será el único gran cambio. Por primera vez en la historia habrá 18 equipos en la elite, tras la anulación de los descensos el año pasado por dos temporadas, lo que también trae aparejado otro de los movimientos importantes, como lo es el cambio en el formato de competencia y el calendario.

Ya no habrá más una estructura tradicional de fechas y viajes, sino un sistema mucho más pragmático, con dos zonas (Norte y Sur) que, más allá de unirse en una segunda fase, seguirán moviéndose de forma independiente hasta las finales mismas de la Liga. ¿Cómo será esto? Trataremos de explicarlo sintéticamente. Los 18 equipos se dividirán en dos grupos de 9, que sumarán sus puntos en la primera fase, arrastrarán el total para la segunda (no más el 50%), y ya en la siguiente etapa, jugarán todos contra todos, pero sumando en el Norte y en el Sur. No habrá tabla de posiciones unificada.

Eso generará dos tablas de 9, que serán las que ordenen los primeros cruces de playoffs, donde participarán los 18 equipos. El 8 y 9 de cada conferencia jugará al mejor de 3 partidos por un lugar en los cuartos de final de conferencia. Quedarán 8 por lado, que empezarán a cruzarse (1vs8, 2vs7, 3vs6 y 4vs5) hasta conseguir un campeón por cada conferencia, cuyos campeones definirán el título al mejor de 7 partidos.

También se modificó sustancialmente el calendario, con formato de giras, para achicar viajes y distancias y favorecer el traslado en avión. Algunos clubes llegarán a viajar menos del 50% de lo que lo hicieron en temporadas pasadas gracias al fixture armado por especialistas de la Universidad de Buenos Aires.

Todo esto, claro, forma parte de lo externo, si se quiere, de una competencia que seguirá teniendo como arma principal su parte deportiva, donde ha habido cambios y donde no se ven a priori los grandes favoritos de otros años.

De todos modos, algunos nombres arrancan armados como para pelear arriba, varios acostumbrados a estas lides: Peñarol, el campeón defensor, que ya no tendrá a Campazzo pero mantiene la base de la 2013/14; Regatas Corrientes, con algunas modificaciones en su plantilla pero siempre poderoso; Quimsa de Santiago del Estero, apostando otra vez con un presupuesto alto; Obras Sanitarias, renovado y con el retorno de Julio Lamas, más unas cuantas figuras nacionales de alto nivel.

Ellos son los cuatro que podríamos candidatear hoy, a horas del inicio de la competencia. Como siempre, los partidos, los rendimientos individuales, las lesiones, serán las que marquen la tendencia posterior. Para arrancar la Liga, nada mejor que el mejor clásico en la mejor cancha: Peñarol recibirá en el Polideportivo Islas Malvinas a Quilmes desde las 22, con transmisión de TyC Sports, y allí se acabarán las palabras para darle lugar al espectáculo deportivo que alimenta la pasión de cientos de miles de fanáticos en todo el país. Lo único que realmente importa.