NBA 2019/20

El secreto detrás del éxito de Miami Heat

16:45 09/09/2020 | Entrenamientos antes del Training Camp, fotos para que vean su progreso y multas por demostrar cansancio. Un viaje a la metodología de Riley.

Butler y Crowder (Foto: NBA)

“No, estás gordo”, le dijo supuestamente Riley a Wade, que al llegar a un Training Camp pesaba alrededor de cuatro kilos y medio más que lo habitual.  

 

“Te vamos a poner en una forma de clase mundial. No en buena forma. No en gran forma. Forma de clase mundial. Danos una temporada y vas a ver”, le comentó el actual presidente de Miami Heat a Dion Waiters cuando llegó por primera vez a la franquicia.  

 

Los ejemplos podrían seguir y seguir, pero mejor sería hablar del trasfondo del asunto y de la cultura que impregnaron Pat Riley, Erik Spoelstra y compañía en Miami Heat. Trabajo duro, muy por encima de la media. Entrenamientos antes de los entrenamientos, acondicionamiento físico hasta el hartazgo y fortaleza del cuerpo para dominar la mente son algunos de los principios que todos los jugadores viven desde el primer pie que colocan en las instalaciones de la franquicia. 

 

Lo primero es medirles la grasa corporal a todos los jugadores, no sin antes preguntarles si saben qué porcentaje poseen, algo que Riley espera que sepan. Luego el propio Pat toma fotografías para que puedan ver el antes y el después. Además, esas imágenes sirven como historias exitosas que respaldan sus exhaustivas metodologías.  

 

Los entrenamientos, los Training Camp y las prácticas previas a ellos del Heat son legendarias. Los jugadores trabajan muy duro, dedicando mucho tiempo al acondicionamiento y al entrenamiento con pesas. Y realmente nunca se detiene, ni siquiera cuando la temporada está a punto de terminar y muchos conjuntos tienden a relajarse.  

 

No escucharon mal, hay entrenamientos antes de que comience el Training Camp, que consisten en carreras de velocidad, empujar trineos, voltear llantas y levantar pesas. “Cuando comenzó el campamento, definitivamente fue diferente. Con otros equipos, es posible que tengan veteranos que no puedan correr tanto, por lo que todo está diseñado para acomodarse a ellos. En Miami, todos estábamos tratando de hacernos un nombre, así que era competitivo y estábamos todos listos para trabajar duro. Si venías al gimnasio, no era para hacer una aparición para que los entrenadores puedan verte. Ibas a mejorar. No quieren ratas de gimnasio falsas”, comentó un jugador que prefirió mantenerse anónimo en un informe de Hoopshype 

 

¿Se acuerdan de las fotografías? Cada jugador que se une al Heat se toma tres que documentan su progreso: una antes de la temporada, otra durante y una después. Los resultados siempre sorprenden. Tal es así que hasta a Udonis Haslem, que nunca jugó en otro equipo en la NBA, le sigue pareciendo inverosímil.  

 

Todos los lunes, se pesa a los jugadores y se mide su porcentaje de grasa corporal. Cada uno tiene objetivos específicos personalizados para ellos, pero el objetivo del equipo es que todos tengan menos del 10%de grasa corporal. ¿Qué pasa si alguien no lo logra? Nadie lo sabe, porque siempre todos llegan al punto establecido.  

 

Para lograr lo previamente mencionado hay cuerpos de especialistas en alimentación y nutrición, siempre preparados para facilitarles lo que sea a los jugadores. La idea es que sientan que no están solos y que siempre tienen a quién recurrir en caso de que estén teniendo problemas con las comidas u otras situaciones.  

 

Otra premisa es que los jugadores no pueden poner las manos en las rodillas para tomar un respiro durante una práctica o un partido. Cualquiera que lo haga se lleva una multa de 100 dólares. 

 

Tampoco hay beneficios para las estrellas. Todos los jugadores reciben el mismo trato. Todos deben usar los mismos calcetines. Nadie tiene WiFi en los aviones. No alteran nada, ni siquiera para los jugadores franquicia.  

 

Esta temporada, por ejemplo, llegó Jimmy Butler y por primera vez desde sus tiempos en Chicago Bulls se sintió plenamente cómodo. No tiene privilegios, acepta lo que le dicen sus compañeros y los directivos, y está jugando el mejor básquet de su carrera en el momento justo.  

 

El suyo es un ejemplo, pero no el único.  

 

Miami trabaja de manera diferente y nada, absolutamente nada, es casualidad.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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