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Real Madrid logró una victoria agónica en su segunda presentación dentro de la Euroliga 2014/15. El equipo español derrotó al Unics Kazan ruso por 76-75, en un partido que se definió en la última bola y con un doble de Sergio Llull a falta de 1 segundo para el cierre. Partidazo emotivo, muy estudiado e importante para el club blanco.

Llull no había tenido una gran noche en Rusia, pero convirtió la pelota más importante del encuentro y se llevará todos los flashes. Esto no debe tapar el rendimiento ni de Gustavo Ayón ni de Rudy Fernández, quienes fueron los máximos anotadores del equipo madrileño con 10 unidades cada uno. En el local estuvo intratable Keith Langford, artillero del partido con 23 puntos y escoltado por la producción de James White (13 tantos).

Por el lado de los argentinos, el único de los jugadores nacionales que vio acción fue Andrés Nocioni. El Chapu fue parte de la formación inicial, jugó 20m16s y en ese lapso de tiempo firmó una planilla con 9 puntos (0/3 en dobles y 3/6 en triples), 3 rebotes, 1 asistencia y 1 tapa. La deuda quedó en poder ver algunos minutos a Facundo Campazzo, que fue el único jugador del banco que no ingresó al partido por decisión del entrenador Pablo Laso.

El trámite fue bastante parejo en su mayoría. Real Madrid arrancó el juego desconcertando al dueño de casa y clavando un sprint de 8-2 con acciones de Bourousis, Rudy y Nocioni, aunque el Unics Kazan se recuperó rápido y recortó un poco la diferencia antes de terminar el primer periodo (19-16). En el segundo cuarto también hubo pasajes productivos para la visita, que llegó a colocarse arriba por nueve puntos (33-24) aprovechando la ineficacia de los rusos, pero éste último volvió a cerrar mejor y entró al descanso largo abajo en el marcador por solo cuatro tantos (35-31).

En el arranque del complemento el trámite se ajustó mucho más. Si bien la delantera del score fue predominio de la Casa Blanca, Unics Kazan apretó en varias oportunidades y amenazó con quitarle la ventaja al cuadro de Laso. El muy buen periodo de Rudy, ayudado en parte por Llull y Bourousis,  ayudó a que los españoles obtengan el liderazgo del marcador, pero en la última bola del tercer parcial el local pasó al frente por 56-55, después de una conversión agónica de Langford.

El último segmento siguió mostrando una marcada paridad, aunque los últimos cinco minutos de fueron apasionantes y ninguno de los dos equipos se sacó una brecha mayor a los cinco tantos. Se intercambiaron liderazgos del marcador pero para el Real todo se complicó mucho más White clavó una bomba de tres puntos que dejó el partido en 75-74 a falta de 5 segundos. La reposición fue para Llull, que sobre el final del juego metió un doble vital que le devolvió la ventaja al Madrid (76-75) y que definió el cotejo a favor de los de Laso.