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El día que entrevistamos juntos a Ginóbili y Scola

12:05 23/04/2020 | En 2011, antes del Preolímpico de Mar del Plata, convencimos a Manu y Luifa para una charla conjunta. Y salió una conversación imperdible. Revivila.

Luifa y Manu, juntos, en 2011, antes del Preolímpico (Foto Básquet Plus)
Hacía tiempo que queríamos juntarlos, pero no era tarea fácil. La forma más factible era visitarlos en Estados Unidos, en algún clásico texano, o en el Juego de las Estrellas, pero cuando jugó Luifa no estuvo Manu y este año, en Los Angeles, le tocó al bahiense y Scola no fue elegido. La opción era en Argentina, y esta concentración previa al Preolímpico era ideal, porque estarían muchos días conviviendo juntos y porque la cita de Mar del Plata era un hecho muy importante para saber sus opiniones. La intentona arrancó en Buenos Aires, siguió en Córdoba y terminó concretándose en el Hotel Plaza Real de Rosario, en paz y tranquilidad, con casi todo un salón entero para nosotros. Un placer.
 
- Hacía mucho tiempo que tenía ganas de poder juntarlos para poder preguntarles, de arranque, qué les provoca cuando entran a una cancha y ven que el otro está al lado. Es el noveno torneo que van a jugar juntos desde 1999. 
. Emanuel Ginóbili (EG): Lo mismo que me provoca ser parte de este grupo. Yo nunca jugué en la selección sin él, salvo en 1998 y en los Panamericanos de 1999. Entonces para mí, jugar con él, es jugar con la selección. Por ahí él si ha jugado algunas veces sin mí en la selección. Cuando yo pienso en él, pienso también en Chapu (Nocioni), en Fabri (Oberto), en Pepe (Sánchez)… el grupo de la selección. Pero es por mi actualidad, por el hecho de que cada vez que jugué estaba él.
. Luis Scola (LS): Sí, es correcto lo que dice él. Relaciona a todo el grupo entero. En mi caso por ahí es diferente porque me tocó jugar torneos en los que él no estaba. Igual, me pasó algo parecido, porque cuando él no estuvo, había más gente que no estaba. Es una situación cuando están todos y otra cuando no están todos. Se dio el caso que él no venía y tampoco estaba Chapu…cuando él vino, la mayoría de las veces se dio la casualidad de que estuvieron todos. Igualmente, cuando viene él, cambian un montón de cosas, para empezar, la repercusión pública de todo lo que hacemos (se ríen ambos). Y, adentro de la cancha, también cambia muchísimo. No hay dudas de que es diferente todo. Tenemos mucha suerte porque en este equipo tenemos muchos jugadores que entienden el juego de un modo superlativo. Manu, obviamente, es uno de ellos, pero también está Pablo (Prigioni), se incorporó Pepe, Fabri…el Chapu mismo, que tiene otras características de juego pero transmite mucho adentro de la cancha desde sus virtudes. Se da una situación muy particular, de jugar y que sea muy placentero hacerlo. Y cuando están todos eso se potencia muchísimo. 
 
- Este año individualmente hemos hecho entrevistas con los dos y hablamos, con cada uno por su lado, de un hecho difícil de entender, sobre todo para los que consumen deportes, especialmente fútbol, que es cómo puede ser que se lleven así, elogiándose mutuamente en público e internamente, siendo que para el 99% de la gente son los dos mejores jugadores de la historia del básquet argentino. 
. LS: He pensado mucho en el tema. Muchísima gente que saca a la luz el tema por ahí te dice, “si él no estaba podrías haber sido el mejor”, o tal o cual cosa. Y yo no me puedo imaginar a la selección sin él. Cuando te ponés a pensar que no estando él alguno te podría haber considerado el mejor…¿qué más da? No lo imagino. No hubiera salido campeón olímpico, no hubiese tenido una medalla de bronce, no hubiera pasado todo lo que pasó. Lo necesito a él para que esté al lado mío. Tampoco jugué nunca para ser el mejor de algo. Jugué siempre para tratar de ganar, a nivel equipo, y para eso lo necesito a él. Jamás se me ocurriría cambiar nada de lo que pasó para haber llegado antes o después. No tiene sentido. No me da nada y me quita muchísimo. 
. EG: Te lo dije la otra vez en la nota. No concibo la posibilidad de estar compitiendo con él para ver quién es el mejor de la historia, o quién hace más puntos. Todo lo que logramos, todo lo que se habla y que haya gente ahora mismo en la puerta de este hotel es porque ganamos, y no porque yo soy el mejor o él es el mejor. O porque él fue goleador de un Mundial y yo nunca lo fui. Lo importante es que juntos nos hemos complementado siempre muy bien. Por ahí somos los dos más visibles del equipo, porque hacemos más puntos o porque tenemos más protagonismo en la NBA, pero lo necesitamos a Fabri, lo necesitamos a Pablo (Prigioni), o a Pepe y el Puma (Montecchia) en su momento, o a Chapu. El equipo se apoya mucho ofensivamente en nosotros y eso es lo que más se ve, pero es el grupo el que nos ha dado todo lo que hemos conseguido y, en mi caso, no sé si en el de él también, es la razón principal por la que estoy acá. Más allá de que un Juego Olímpico para mí es muy especial y ya lo dije mil veces. Me gusta jugar con él, con Fabri, con Pablo, con el Chapu, disfruto mucho y es un orgullo para mí. Luis es el emblema de este grupo, porque no faltó nunca, siempre estuvo y siempre logró lo que se necesitaba cuando se necesitaba. Acá ninguno busca el título en el diario ni ser el mejor de lo que sea.
 
-¿Pero ustedes se dan cuenta que no es una actitud humana común? No hablemos ya de deporte.
. LS: Hay una cosa piola que dijo él, y es que los necesitamos a todo, y no hay nunca esa competencia en ninguno de los microclimas que se arman…Pepe con Pablo…
. EG: …tranquilamente podría haber pasado con Pepe y el Puma…
. LS: …claro, y lo primero que pasó cuando terminó la semifinal contra Alemania en el Mundial 2002 fue que se pegaron un abrazo tremendo…
 
- De hecho, la foto de ese torneo es Pepe levantando en andas a Montecchia
. LS: Y después Pepe me regala la camiseta número 4 a mí y se pone la 6 en homenaje al Puma.  Y podés seguir buscando ejemplos. La pregunta fue para nosotros dos, pero no es el único caso.
. EG: O vos con Fabri. Oberto era EL jugador que iba a ser el referente durante una década en la pintura, y llegó él.
. LS: O Carlitos (Delfino) con vos. Tenía que estar atrás tuyo.
. EG: Sí, muy similar a lo de Fabri con vos. Y sin embargo se llevaron bárbaro juntos y Fabri lo potenció mucho más todavía como jugador. En los primeros años le daba mucho de comer. Después Luis se transformó en lo que es hoy. Pero Fabri lo ayudó muchísimo a ese progreso. Y con Carlitos podría haber una competencia, porque juega en la NBA, tiene cinco años menos que yo…y termina el partido con Lituania por la medalla de Bronce en los Juegos de Beijing y viene y me da la pelota del juego. Casi me muero. Se me caía la mandíbula. 
 
- Es que eso es lo difícil de entender para todos, porque en general se habla que lo más complicado de manejar en el deporte profesional son los egos.
. LS: Yo no puedo contestar por Carlitos, pero siento que si a él vinieran a preguntarle si preferiría que Manu no esté para ser él el goleador, la estrella y demás…estoy seguro que no elije eso. Y si a mí me dieras la varita mágica yo tampoco lo sacaría a Manu para quedar adelante. Porque lo necesito. Necesito esto. No seríamos nada si no hubiéramos salido campeones. Si no hubiéramos ganado la medalla de bronce. Necesitamos de todos. Y ser el dos titular en el caso de Carlitos, ser el que la gente reconoce como el mejor, no sirve de nada si no hubiésemos conseguido lo que conseguimos. Y lo logramos por todos. 
 
-¿Esta forma de pensar se contagia, se implementó desde algún lado? Porque convengamos que son doce o quince personalidades muy diferentes. 
. LS: Y personalidades fuertes. 
. EG: Es un grupo especial. No es común, como vos decís.
 
- A nivel mundial no es común.
. LS: Hay casos. Debe haber muchos equipos que hayan funcionado bien.
 
-¿Tanto tiempo, te parece?
. LS: Creo que sí. 
 
- En el fútbol, no.
. LS: Debe ser más difícil de encontrar, pero tiene que haber. Son 25 jugadores en lugar de 12,  es distinto, es otro deporte. 
 
- Yo en diez años que llevan no recuerdo un solo conflicto que haya tenido que ver con egos.
. EG: Yo tampoco. Ha habido trabadas o bolucedes que a la noche ya nos estábamos riendo de nuevo. Tampoco es que se habló o acordamos nada. 
. LS: No, fue todo tácito, natural. 
. EG: Y el carácter de todos. Se dio una camada así.
. LS: Nadie nos vino y nos dijo “Manu es el número uno, después viene aquel otro, Carlitos va a ser suplente”. Nadie nos puso las pautas. Se fue dando naturalmente. 
 
- De hecho, recuerdo que al principio el ingreso de Carlitos fue medio conflictivo y hoy es un tema que nadie se acuerda.
. LS: Ahhhh, si, me acuerdo. Vos (hablándole a Manu), no sé si te acordás. Fue en Colón, y a vos te trajeron una torta.  Carlitos vino unos minutos y se fue. 
 
- Renunció porque estaba con unos líos en Italia, y se decía que iba al Real Madrid.
. LS: Fue en el 2002.  En Colón. Ahora que lo decís me acuerdo, pero es viejísimo eso.
. EG: Yo me acuerdo una vez que Walter (Herrmann) había quedado afuera y había dicho algo de Sconochini, Palladino y no sé qué más, y Hugo (Sconochini), estaba trabadísimo, y después se sumó al equipo y no pasó absolutamente nada.
. LS: Y terminó dándonos muchísimo. 
 
-¿Y cómo viven esto de los 10 años desde aquella única vez que jugaron en la Argentina, en el Premundial de Neuquén? Ahora se repite de alguna manera esa sensación de viaje de egresados que ustedes reflejan.
. EG: Hasta ahora, no siento ninguna diferencia con años anteriores, porque vamos a jugar en la Argentina, pero la preparación siempre la comenzamos acá. Hasta que no arranque el torneo y no empiece el primer partido por los puntos no me doy cuenta qué va a pasar. En el 2004, 2006 y 2008 jugamos torneos amistosos acá. Eramos una banda, después partíamos y nos fortalecíamos. Este año eso fue todo distinto. No sé cómo vamos a reaccionar pero creo que lo vamos a hacer bien. Creo que mentalmente estamos más preparados que hace cinco años, pero realmente es una incógnita. Ya lo he dicho muchas veces: hay mil cosas a favor, pero también hay alguna en contra. Llegado el momento lo vamos a hablar, pero tenemos el carácter suficiente y nos vamos a poder sobreponer a este ambiente que se crea.
 
- Siempre pensé que era bueno tener rivales fuertes en la preparación, como ocurrió en los años anteriores, pero sin embargo me quedó la sensación de que no estuvo mal este año tener este tipo de oponentes antes de Mar del Plata.
. LS: A mí siempre me parece lo mejor tener la mayor cantidad de competencia y del más alto nivel posible. No siempre se puede. No es fácil. Si este año no se logró, es muy complicado que se logre a futuro. Siempre estamos en una punta del mundo y todo lo que normalmente vas a jugar está más lejos de Argentina que de cualquier otro país del mundo. O te movés vos o no viene nadie acá. Este año, como el torneo es acá, por ahí se podría haber conseguido algo más, pero estos son los partidos que se consiguieron y es lo que hay. Creo que lo mejor siempre es conseguir la mayor cantidad de rivales de nivel posible. No estoy de acuerdo, por ejemplo, con jugar cinco veces contra Puerto Rico, o cuatro contra Brasil. Es bueno tener rivales de jerarquía, pero no repetir demasiado. 
. EG: Este es un campeonato muy especial, porque se define todo en un partido y no querés revelar ni una carta. Por ahí podríamos haber jugado un partido contra Dominicana o Brasil, pero no había posibilidades de traer a Francia, Grecia o España para jugar. Eso está claro. No es una preparación para un Mundial o un Juego Olímpico.
 
-¿Y no creen que este año, por cómo se dio todo, era un poco arriesgado jugar partido contra rivales que los exigieran demasiado cuando en principio parecería que uno de los puntos era cuidarlos físicamente?
. LS: No creo. Está bien que tenemos más años, pero él si no fue el año que más partidos jugó en la NBA le pega en el palo. Fue All Star por segunda vez. Chapu jugó poco, pero está en un nivel físico fantástico. Carlitos está en su mejor momento. Pablo jugó todo el año en el Real Madrid, llegó al Final Four. Creo que tenemos más edad, pero no que haya que cambiar todo y hacer todo diferente porque no aguantamos el ritmo. Creo que estamos para aguantarlo. No vamos a hacer las locuras que hacíamos en el 2001 o en el 2002 y no vas a ver ese equipo que corría para todos lados. Evidentemente somos ahora más cerebrales, muchísimo más pausados, pero no creo que haya que dosificar mucho. Estamos en forma para enfrentar el torneo.
 
- No te cambia que el rival sea mejor para que el riesgo físico sea mayor.
. EG: No. Si te fijás los partidos contra Cuba o Venezuela. Vas ganando por cuarenta, pero es preparación. No te importa ganar. Querés jugar bien, probarte vos mismo. En esos partidos, pese a la diferencia, apretamos en el último cuarto, yo intenté volcar una pelota en el tercero…tratás de hacer cosas para mejorar. A mí me parece bien arrancar de menor a mayor los primeros partidos, en cuanto a los rivales. Venezuela es candidato a estar entre los cuatro semifinalistas.  No es un mal rival.
. LS: Hemos perdido contra Venezuela varias veces. 
 
-¿Qué les preocupa del torneo? Ustedes han tenido actuaciones brillantes en esta clase de competencias, pero aún completos, han sufrido en otras como la del 2003. ¿Hicieron la previa en sus cabezas en cuanto a qué cosas pueden incidir, como la localia, la ausencia de una gira por el exterior, etc?
. LS: El hecho de ser locales nos da por un montón de lados y nos quita por otro montón. Va a ser un desafío para nosotros. No puedo saber qué es lo que va a pasar. Hay que estar ahí, pero es evidente que hay cosas que te quita. La única vez fue hace 10 años, y yo ni siquiera hice la preparación porque estaba en el Mundial U21 de Japón. No es una preparación normal. Hasta este año, jugábamos estos partidos porque había que hacerlo, queríamos darle algo a la gente que nos trata bien, porque está buenísimo jugar en la Argentina, pero después nos íbamos y ahí realmente nos metíamos en el torneo.  Es como que nos cerrábamos. Este año no tenemos eso y es un desafío.  Por otro lado, vamos a tener a 8000 personas, argentinas, jugando contra Brasil o Puerto Rico, alentándonos. Es difícil que eso no nos dé energía y motivación. Nuestro desafío es disimular al máximo las cosas negativas que nos produzca y potenciar y maximizar las positivas. Por otro lado, no es que los demás equipos vinieron asumiendo que van a perder contra nosotros. Nos van a venir a ganar. Y de repente vienen, la empiezan a meter, pasa el primer cuarto, el segundo, empieza el murmullo, te ponés nervioso y te ganan. Hay un millón de ejemplos de cosas así en el deporte. Pero está en nuestras manos la responsabilidad. Tenemos todo para que sea perfecto. Tenemos que buscar la forma de conseguirlo. 
. EG: Coincido con lo último. No me preocupa pero es un riesgo. De este equipo, de esta generación, se ha hablado muchísimo y todo el mundo espera que hagamos maravillas y juguemos todos los partidos como contra Venezuela (NdR: el que ganaron 106-53), pero puede darse un segundo tiempo como contra Cuba (NdR: en Córdoba, donde Argentina ganó pero jugando mal esa parte), y la gente se inquieta y empieza a preguntarse si éramos tan buenos. Y nos puede llegar a tocar porque nunca lo vivimos. 
 
- Los grandes logros que ustedes consiguieron, de hecho, fueron con la gente en contra: Indianápolis 2002 en Estados Unidos y Atenas 2004 en Grecia.
. EG: Claro, por eso esto va a ser algo nuevo. De hecho, algo de lo que te digo pasó en Córdoba. Y la verdad es que no estábamos acostumbrados. Fue un interesante test porque sabemos que puede llegar a pasar. Y así como debemos saber alimentarnos de ese público, si se da una situación así, también tenemos que ser inteligentes para cerrarnos, crear una burbuja y seguir haciendo lo que siempre hicimos.
 
-¿Y el tema de la gente va a ser importante tanto dentro como fuera de la cancha? Imagino hinchas en la puerta del hotel, ustedes con poca libertad de movimiento…
. EG: No sé cómo va a ser. No sé cómo va a estar organizado.
. LS: Habrá que ver cómo se maneja el tema del lobby y del hotel mismo. Si vos no podés salir de tu pieza, puede llegar a ser un problema, porque no dejan de ser 15 a 20 días.
. EG: Te terminás saturando. 
. LS: Necesitamos un sistema para que el equipo esté tranquilo y se pueda aislar de todo eso. 
. EG: Va a ser importante que ayuden del lado de ustedes también.
 
-¿En los torneos que jugaron siempre estuvieron tranquilos no?
. LS: Sí, increíblemente en el lugar que menos tranquilos estuvimos fue en Beijing, por los voluntarios. Atenas 2004 fue un placer. Podías andar en ojotas todo el día por la Villa Olímpica.
. EG: Japón también fue tranquilo. Va a ser un desafío organizativo. No depende de nosotros. De nosotros depende mantenernos tranquilos, unidos y pensando en la forma de jugar y no en ver qué dicen, si mantenemos contenta a la gente, si tal periodista dice esto o aquello y demás.
 
-¿Y les vale mucho la experiencia tanto para eso como para el cruce del 10 de setiembre? Porque ese día el único equipo realmente presionado de los cuatro van a ser ustedes. 
. LS: No sé, porque el otro que esté jugando va a querer ganar tanto como nosotros. Está bien que la lógica va a ser que pierda, pero queda afuera de los Juegos Olímpicos. Con cero expectativa, pero es relativo. Nosotros en Las Vegas no teníamos supuestamente presión, y el día del cruce yo casi me como la mesa. No sentí que no tenía presión en la semifinal contra Brasil. No sentí que estaba bien perder, no sentí nada de eso. Sentí que íbamos a ganar, que teníamos mejor equipo, que íbamos a jugar los Juegos Olímpicos, y no veo por qué Brasil, Venezuela, Puerto Rico o quien sea que juegue las semifinales contra nosotros, si es que las jugamos, no esté convencido que nos van a ganar.
 
-¿Qué juega más el 10: la presión, la experiencia, los rivales, los árbitros, la cancha, la gente?
. LS: Depende cómo se de el partido también, porque si la empezás metiendo y sacás 15 puntos es una cosa, pero si va palo a palo, la experiencia es la que te va a dar ese plus para mantenerte tranquilo. Igual si te toca estar 10 abajo. 
. EG: Es así. Si las cosas van bien, tenés un envión anímico, pero si las cosas se complican es donde vamos a tener que usar la experiencia y nuestro conocimiento de nosotros mismos para superarlo. Pero es una experiencia nueva, porque van a ser 8000 tipos que no sabemos cómo van a reaccionar, y tampoco sabemos cómo vamos reaccionar nosotros ante esa situación. 
 
-¿Y esta fiesta les da para hacerse un apartado para hacer una hipótesis de esa posibilidad o, si se da, lo vemos en el momento?
. EG: Yo creo que uno trata de buscar distintos escenarios. Analizar qué puede llegar a pasar. Yo lo hago. 
. LS: Yo pienso qué puede pasar si el 10 estamos 8 abajo después del primer tiempo.
 
- O si les toca perder el primer partido.
. EG: Yo firmo ahora perder el primer partido y no estar 8 abajo en el entretiempo del 10.
 
- Ustedes vivieron una situación tremenda en el 2009 en Puerto Rico, más allá de que era muy probable que los terminaran invitando al Mundial.
. LS: Yo jamás pensé que nos iban a invitar. Estaba pensando que quedábamos afuera. De hecho, hubo un partido entre Venezuela y Panamá, que si ganaba Venezuela nosotros teníamos después que ganarle a Panamá como por 25 para pasar a la segunda ronda. Puede pasar. Este equipo, completo, perdió el primer partido del 2003 contra México y después contra Venezuela. Y estar 8 abajo en el entretiempo del 10 también puede pasar. Los otros equipos tienen talento.
 
-¿No les juega un poquito en contra que todos los rivales los pongan a ustedes como casi clasificados?
. EG: Es una táctica, pero la realidad es que nosotros venimos enteros, tenemos una historia, jugamos en casa y es normal que te tilden de candidato. Pasaría en todos lados. Hoy España y Estados Unidos van de favoritos a cualquier lado. Nosotros también lo hemos vivido. Y es natural que nos pongan como claros candidatos. 
. LS: No podemos salir a decir que Brasil es el candidato principal. Ellos vienen con bajas, a nuestra casa. La realidad es que somos los favoritos de todo el mundo. Igual, eso, después, no te garantiza absolutamente nada. Pero no podemos mentirnos y decir que los demás están mejor que nosotros. 
 
-¿Se sienten con la obligación de ganar, jugar bien, agradarle a la gente y terminar invictos?
. LS: No, yo no me siento con ninguna obligación. Me gustaría muchísimo conseguirlo y estoy trabajando para eso, pero no me siento obligado.
. EG: A terminar invicto no, para nada. Sé que podemos perder, por decir, el partido tres, que es contra Puerto Rico, y hasta nos podría fortalecer. Sí siento la responsabilidad de clasificarnos. Total. Se hizo un gran esfuerzo para traer el campeonato acá, nosotros estamos felices de que se haga en la Argentina, tendremos a la gente a favor, tenemos todos los jugadores que podían estar, así que la gran responsabilidad de lograr la clasificación está. Y, obviamente, una vez que te clasificás es un partido más para salir campeón. De todos modos, si no se lograra la clasificación, hay una oportunidad más, pero dificilísima.
. LS: Mucho más difícil que esta. 
. EG: Exacto, así que esta es una oportunidad que yo creo no tenemos que dejar pasar. 
 
-¿El 12 de setiembre qué cambia? Para ustedes, para su futuro. Obviamente, en parte dependerá del resultado. Hay una cosa que ustedes saben y es que, salvo un milagro, no van a volver a jugar un torneo oficial así en la Argentina. 
. LS: No estoy de acuerdo. ¿Por qué no podemos volver a jugar acá? Yo jugué tres clasificatorios en Puerto Rico. ¿Por qué no podemos volver a jugar en la Argentina el clasificatorio, por decir, del Mundial 2014? Si se organiza bien…
. EG: Es muy difícil traer un campeonato así al país. 
. LS: Yo jugué tres en Puerto Rico: 1999, 2003 y 2009. También podemos jugar el del 2015.
 
- Me gusta, le estás poniendo presión a Manu.
. LS: Yo digo que no creo que sea un milagro que pueda volver a jugar un partido oficialmente en la Argentina. Creo que puede llegar a pasar. No voy a jugar cinco torneos más de América, pero no lo veo como un milagro.
 
- Con que juegues cuatro cerramos el trato.
. LS: Jeje.
 
- Para vos Manu sería casi un milagro.
. EG: Y, hay pocas chances de que se vuelva a dar. En mi caso. Por ahí sí en la preparación para Londres vamos a volver a jugar acá, y la gente se toma un Súper 4 como si fuera un campeonato oficial, y está bien que así sea. Acá está mucho la cultura del test match, o del amistoso de la selección como algo casi decisivo. Y la gente quiere que le ganes a Cuba o Venezuela, como quiere que le ganes a Paraguay en el debut. Se vive distinto. Y uno no quiere desilusionar tampoco. Nosotros hoy estamos en Rosario. Es la única oportunidad que van a tener para vernos este año. Y uno no quiere quedar mal y hacer las cosas como no corresponden, sin tomarse el partido en serio. 
. LS: Hay equipos de básquet, de fútbol y de muchos deportes que han tenido grandes crisis a partir de amistosos como estos.
. EG: Volviendo a la pregunta, como partido oficial, creo que es muy probable que el Preolímpico sea mi última presentación en la Argentina.
 
- No es algo que se te cruce por la cabeza hoy, de todos modos.
. EG: Es que por mucho tiempo pensé que mi último partido en la Argentina oficial había sido en el 2001. Se da la oportunidad de volver a jugar en el 2011, está muy bueno que así sea y que a los 34 años pueda jugar un torneo importante en casa.
 

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