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Más allá de haber tenido sus diferentes desafíos y obstáculos, está claro que el camino de San Lorenzo hacia el título de la Liga de las Américas terminó siendo uno repleto de claridad y sin los sobresaltos habituales de cualquier campeón. Los de Gonzalo García dominaron el torneo de principio a fin y el 8-0 con el que terminaron el mismo, habla a las claras que estuvieron al menos un escalón por encima del resto de la competencia.

El recorrido del Ciclón empezó en Talca (Chile), enfrentando nada menos que al mismo equipo con el que cerraría la competencia: Mogi das Cruzes. Como todos los cruces ante los brasileros en esta LDA, el juego fue cerrado y recién se definió en las últimas posesiones, donde San Lorenzoz terminó imponiéndose por 101-96. Dar Tucker fue la gran figura de la jornada, terminando con 33 puntos, mientras que también se destacaron Gabriel Deck (18 tantos) y Marcos Mata (15 puntos y 8 rebotes).

Luego de ese debut trabajoso, los de Gonzalo García tuvieron un segundo encuentro mucho más abierto ante el local, Español de Talca: se impusieron por 116-51, con 17 de Marcos Mata y DeJuan Blair, en lo que sería el único aporte importante del exSan Antonio durante su breve paso por el básquet argentino.

Cerrando el grupo, San Lorenzo volvió a tener que transpirar para sacarse de encima a un rival brasilero, en este caso Paulistano. El encuentro llegó al entretiempo con los de San Pablo al frente por 49-48, aunque los argentinos fueron más en la segunda mitad y se terminaron llevando la victoria por 87-82, con 23 de Deck y 17 de Tucker.

A partir de ahí, el campeón jugaría el resto de los cinco partidos en casa. En el arranque del cuadrangular semifinal, la victoria llegó ante Fuerza Regia, con más amplitud de la esperada: tras un inicio negativo (24-21 en contra tras 10 minutos), el juego se abrió totalmente en favor de los locales, quienes terminaron ganando por 83-59, con 24 puntos y 9 rebotes de Mata.

El siguiente compromiso fue la revancha ante Mogi y otra vez se dio un duelo de extrema paridad, llegando a los 10 minutos finales con el marcador igualado en 48. Eventualmente, San Lorenzo lo terminó cerrando mejor y se llevó la victoria por 68-64, con 12 tantos de Nicolás Aguirre y 11 de Deck.

Para cerrar esa etapa, San Lorenzo debía enfrentar a Ferro y a pesar del 2-0 que traía, todavía no tenía la clasificación asegurada a la Final Four. Pero más allá de esa presión y de que el Verdolaga jugó un muy buen partido (igualados en 30 al entretiempo), los de García volvieron a sacar a flote su jerarquía, para llevarse el 73-65 final (26 de Deck), para asegurarse el boleto a la definición del certamen.

A partir de ahí, la historia está más fresca en nuestra memoria: 101-78 ante Estudiantes de Concordia en la semifinal, con un Deck descomunal (30 puntos en 30 minutos) y 79-71 en la final ante Mogi, nuevamente con el alero santiagueño como goleador (22 tantos y 10 rebotes).

Aún cuando tuvo sus partidos complicados y algunas bajas que podían lastimar sus chances, San Lorenzo siempre se mostró superior al resto cuando importaba: cada vez que aceleró, liquidó. Los de Boedo evidenciaron ser un equipo de otro nivel y el campeonato no hace más que consagrar un camino de extrema solidez.