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ESTADÍSTICAS ACUMULADAS

A pesar de tener uno de los presupuestos más bajos de la Liga y haber entrado tarde al mercado, Estudiantes se las arregló para dar una de las mayores sorpresas de la 2015/16. Le jugó de igual a igual a todos y quedó en las puertas de los playoffs, empatado con un equipo repleto de figuras, como Regatas.

¿Lo más importante a rescatar? A diferencia de otros conjuntos que explotan como revelaciones, los entrerrianos tuvieron que superar muchísimos obstáculos, sufriendo varias situaciones complicadas, especialmente con los extranjeros: lesiones, salidas inesperadas y fichajes en otros equipos, hicieron que durante buena parte de la competencia, Estudiantes no tuviera un plantel establecido con el cual trabajar.

Estos problemas se vieron especialmente en la primera mitad del torneo, con por ejemplo, la lesión de Javier Justiz Ferrer, la salida sorpresiva de Aubrey Coleman tras dos juegos y la ida al básquet coreano de parte de Wendell McKinnes. A esto se le sumaron los problemas físicos de Andrés Landoni, quien apenas pudo disputar dos encuentros en la temporada, más lo que acarreaba desde la pretemporada Fernando Malara (se perdió 24 partidos).

Con todo este panorama y sin grandes figuras, no hay dudas de que la temporada del Verde terminó con un tinte claramente positivo, aún cuando no lograron ingresar en la postemporada por detalles. "No nos quedó un sabor amargo", nos dice al respecto Hernán Laginestra. "Porque el objetivo desde un principio fue no perder la plaza. Nosotros no queríamos caer en ese décimo puesto en el que terminás jugando por la Permanencia".

"Rasguñar los playoffs y quedar empatados con Regatas, fue prácticamente una hazaña para nosotros", agrega el DT. "Todos nos daban por descendidos antes de la Liga. Estábamos apuntados como el más débil. Nadie pensó que le íbamos a ganar dos veces a San Lorenzo, dos a Obras, a Olímpico, a Quimsa, a Peñarol... todos quedaron muy contentos: nosotros, el público y la dirigencia".

La victoria ante Obras, uno de los batacazos de la temporada

No hay dudas que lo mejor del equipo, llegó cuando encontró esa estabilidad desde los nombres que tanto extrañó durante el 2015. Con Justiz recuperado, más la llegada de un jugador desequilibrante como Dar Tucker, Estudiantes siguió dando batacazos y quedando al borde de un sexto puesto con sabor milagroso.

"Ha sido un grupo unido. En pocos equipos se ve eso", dice Justiz. "Se pudo terminar la Liga bastante bien. No pudimos ingresar a los playoffs aunque luchamos hasta el último segundo. Espero que el año que viene se pueda lograr ese objetivo".

Igualmente, más allá de la labor de los foráneos, la roca que sirvió de base para el equipo durante la Liga, fue el trabajo de los nacionales. Sin brillo pero con muchísima solidez, jugadores como Sebastián Orresta, Jonatan Slider y Federico Marín, entre otros, le dieron ese toque de trabajo colectivo y defensa a un conjunto que lo precisaba para esconder sus limitaciones.

"El equipo tuvo solvencia defensiva y un buen andar ofensivo" analiza Laginestra. "No éramos un equipo anotador, pero nos destacamos por el juego de pases que teníamos. Siempre jugamos en equipo". Y es cierto: Estudiantes nunca dejó de lado esa labor colectiva y mediante ella, logró superar a equipos con más nombres y variantes, al menos en los papeles.

La temporada de Estudiantes no se puede medir centrándonos en el récord final o en el séptimo puesto, sino que hay que analizar una cantidad de variables que la transformaron, en como dice su DT, prácticamente una hazaña.

LA FIGURA