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La clase 2003 marcó un antes y un después en el básquet NBA, con la llegada de figuras del calibre de LeBron James, Carmelo Anthony, Dwyane Wade y Chris Bosh a la competencia. Ahora, 14 años después, los especialistas dicen que podría repetirse esa historia, con una clase 2017 repleta de talento.

Encabezado por el completísimo Markelle Fultz, el 2017 es marcado como el año con el mejor grupo de bases de todos los tiempos, con hasta cinco posibles superestrellas. La liga precisa su renovación en ese puesto, detrás de los Westbrook, Paul, Curry y compañía y este año parece que será el comienzo de esa nueva historia.

Como ya mencionamos, Fultz es un anotador temible y probablemente el número uno del Draft. Pero además aparecen el explosivo Dennis Smith, un gran pasador como Lonzo Ball, un defensor dominante como De´Aaron Fox y el mejor proyecto europeo, el francés Frank Ntilikina.

Sin embargo, no son solamente con los bases que los scouts deliran con esta clase. Josh Jackson es un alero de 2,04 con una gran capacidad atlética, al mejor estilo Andrew Wiggins; Malik Monk tiene una mano incandescente; Jayson Tatum es pura versatilidad y Jonathan Isaac, aún inmaduro, tiene una sensacional combinación de altura y tiro.

Y esto es solo por nombrar a algunoss de los más conocidos. Se hablan de hasta una decena de potenciales estrellas, aunque no todos terminarán alcanzando ese potencial, la clase 2017 promete marcar el comienzo de una nueva era en la liga más importante del mundo. Exactamente como pasó 14 años atrás.