Demti: "Es un orgullo, este equipo me hizo recibir como entrenador"
20:37 19/05/2016 | El técnico de Lanús habló tras ganar la Permanencia con su equipo, analizó en detalle los últimos días del Granate y se refirió a la experiencia que dejó.
El clima en Lanús pasó a descomprimirse, con esa sensación tan agradable de alivio que significó el haber conseguido mantener la categoría. No es para menos, el Granate terminó de cerrar su serie ante Sionista por 3 a 1 y se abrazó a una permanencia sufrida, y tras acabar la llave llegó el gran desahogo y alivio por descomprimir tan tormentosa situación.
Tras el objetivo consumado, Fabio Demti dialogó con Básquet Plus para contar cuáles fueron todas sus sensaciones durante las últimas semanas y sobre todo luego del encuentro de anoche en Paraná. El entrenador santafesino se refirió a la salvación de Lanús, analizando lo que fue todo este tramo de agonía y suspenso que le tocó vivir al equipo pero dejando en claro la convicción que siempre tuvo de que el conjunto bonaerense iba a llevarse la serie.
- ¿Qué días te han tocado vivir hasta anoche?
. La verdad es que fue todo muy intenso. Estuvimos en una situación muy tensionante, desde no zafar y jugar el playoffs este. Fueron días bravos, desde la preparación, con la tensión que conlleva. Uno por ahí está con muchos nervios y estrés, y querés demostrar que estás bien en el contacto con el grupo, entonces es más difícil ocultar todas esas sensaciones. Sinceramente fue algo muy bravo.
- ¿Qué fue lo primero que se te vino a la cabeza cuando terminó el partido?
. Pensé en toda gente que se puso feliz por esto, nada más, en toda la gente que nos tiró buena vibra siempre. No solamente te hablo de la gente de Lanús, que sin duda tenía ese gran deseo, sino que también me refiero a mucha gente más que uno lo ve reflejado en todos los mensajes y llamados que recibe. Ha sido una experiencia muy grata todo eso. Recibí el afecto de todos los clubes donde yo pasé, con mensajes y llamados de asistentes, entrenadores, jugadores y dirigentes, hasta de Uruguay inclusive se comunicaron para saludarme. Sinceramente eso es lo que más valoro. Se me cruzó eso por la cabeza, antes también hubo mucha gente que nos apoyó pero el final del partido marcó un alivio para todos. Se dio toda la energía positiva que nos tiraron.
- ¿Te pusiste a pensar un poco todo lo que pasó en las últimas semanas? Estos días Pablo (Bertone) y Juan (Cantero) me hablaban un poco de la situación algo injusta que tuvieron que padecer al jugar esta Permanencia.
. Comparto. Creo que si hubiésemos jugado playoffs en algún momento habríamos sido un equipo durísimo de vencer para cualquiera, porque veníamos jugando bien, y también sabía que quedar en este playoffs iba a bajar un poco nuestro rendimiento porque nos iba a golpear, desde lo mental y demás cosas. Cuando la serie se puso 1-1 fue un momento crítico, pero hacía falta poner bien la cabeza, nada más. Y la verdad es que los jugadores tuvieron un orgullo y mucha personalidad para jugar. Ojo, no jugamos nuestro mejor básquet en estos playoffs, de hecho creo que solamente lo hicimos en el primer tiempo del primer partido de local, porque después jugamos diferente, con mucha tensión, dándole mucha importancia a cada pelota cuando nosotros siempre nos caracterizamos por tomar muchos riesgos. Tratamos de insistir en intentarlo, pero lo hicimos a cuentagotas en estos playoffs sabiendo que lo principal era lo mental. La verdad es que el equipo había alcanzado un nivel de básquet muy bueno, por lo menos en los diez o doce últimos partidos de la Liga, y quedar en el último lugar para jugar la Permanencia nos impactó fuerte.
- No te digo dejar de creer en las posibilidades porque sería una actitud derrotera, ¿Pero te pasó en algún momento el hecho de dudar de la salvación?
. No, sinceramente no. Sí me impactó el día que jugamos mal en Ferro, cuando tampoco se dio un resultado que nos podría haber salvado igual. El haber quedado ahí en esa última colocación me impactó, no te voy a decir que no. Sentí que nosotros no estábamos para jugar ese partido y que había que remarla de nuevo un montón, que había que generar de vuelta una energía positiva y un montón de cosas que ya habíamos hecho para así poder volver a jugar bien juntos. Pero no dudé, la verdad es que no lo hice nunca. Después de eso en el segundo entrenamiento, porque el primero fue un bajón y vi al equipo muy golpeado, cuando nos juntamos por la tarde, hablamos y vi al equipo moverse un poco más fui sincero con los chicos, les dije que con la respuesta que habíamos tenido desde la subida de ánimo y los movimientos que habíamos tenido estaba seguro que nos íbamos a salvar.
- ¿Antes de arrancar la serie?
. Sí. Después había que jugar, claro, porque enfrente hay un equipo que también se preparó y que lo dio todo. A veces uno dice "nosotros merecemos salvarnos" y creo que es injusto, porque el otro equipo seguramente también lo merecía, porque se preparó, porque es una gran institución y lo intentó por todos los caminos posibles. En algún punto era injusto, pero yo veía que mi equipo hacía todo para salvarse, por eso tenía esa seguridad de que lo íbamos a conseguir.
- Bertone hablaba todo lo que te mueve el orgullo en una situación límite como esta. ¿En tu caso siendo quien diagrama lo que va a plasmar el equipo también creés que el gran factor desequilibrante es emocional, por encima del juego, o eso es solo una frase bonita?
. Para mí es una combinación de las dos cosas. Nosotros hablábamos mucho de eso, del deseo, de que el 80% de las pelotas divididas sean nuestras, pero también se habla de eso en el otro lado. Entonces lo que tenés que hacer es combinar ese gran deseo con jugar mejor que el rival. También hay que estar atentos a las variantes tácticas. Yo vi un playoffs donde no se varió demasiado, he tenido series de playoffs donde he cambiado más cosas dentro del partido. Quizá mostramos todo lo que teníamos como equipo y por eso no cambiamos demasiado. Nosotros hemos intentado con algunos cambios defensivos en las individuales o con defensa de zona más presión, pero fue algo habitual que el equipo ya venía manejando desde antes, no es que hayamos sorprendido en algo porque es algo que el equipo siempre había hecho. Por ahí en algún momento hicimos más defensas de zona, el partido que perdimos de local fuimos a presionar más tiempo, pero nada diferente a lo que hacíamos habitualmente. Después, lo que sí creo, es el equilibrio que hay que tener en estas situaciones. Ayer les decía a los jugadores que teníamos un deseo impresionante de que se termine en este cuarto juego, pero que había que hacerlo despacio a eso y no hacerlo apurados. Yo creo que en el último partido en Ferro nos jugó en contra esa ansiedad que también tuvimos, porque el equipo quiso atropellarse con todo y no jugamos a nada. Por eso me parece que ese partido nos definió mucho para lo que vino después, porque nos sobraron ganas y deseo, nadie podía reclamar nada desde la actitud y la mentalidad que tuvimos, pero fuimos al partido apurados, no hicimos los pases en el tiempo justo y quisimos resolver de a uno. Entonces hay que hacer una combinación en lo mental y lo que es tratar de jugar.
- Padecieron una situación dura pero finalmente se consiguió mantener la categoría, y creo que eso tapa cualquier herida en el transcurso de la temporada. ¿En qué lugar de tu carrera ponés todo esto?
. Lo pondría en el lugar de una experiencia impresionante. Te lo describo con esto, yo después del 1-1 le dije a los jugadores que había tenido la suerte como entrenador de haber logrado algunos títulos y haber conseguido que algunas cosas salgan como quería, pero que me iba a recibir como entrenador si junto a ellos nos salvábamos del descenso. Casi cerca de los 50 años me recibí de entrenador, y el trabajo que hicimos entre todos me pone orgulloso. Siento que es una experiencia para vivir, que todos ellos, cada uno de los jugadores y todo mi cuerpo técnico, seguramente avanzamos y crecimos mucho en este tiempo, entonces imaginate que lo tomo como una gran experiencia. El objetivo parece mínimo para una institución tan grande, pero para nosotros y para todo el grupo que convivimos día a día fue algo muy valorado.
- ¿Lo tomás como una experiencia prácticamente obligada para cualquier entrenador teniendo en cuenta que quizá las sensaciones son totalmente distintas a lo que es luchar por un título o por algo mucho más lindo?
. Sí, y creo que es el momento donde se debe mostrar lo mejor que uno tiene, para poder estar al frente del equipo y para que los jugadores hagan lo mismo. Conseguimos esa comunión al final, en el momento donde es más fácil echarle la culpa al que está al lado o esperar que otro se haga cargo vos tenés que transmitir una manera, un estilo y tratar de que los jugadores se vean dentro de ese estilo. Este equipo consiguió todo eso, por eso estoy muy agradecido de este grupo. Por ahí no vamos a quedar como los que se llevaron el gran premio, pero sí te puedo asegurar que el camino para lograr esto es más difícil que el camino de lograr un campeonato, porque las sensaciones que se sienten son las de verdad de no poder dormir, de verdad de comer mal y de verdad de pasarla mal. Te digo que ya no me voy a quejar más cuando de noche no duerma un rato por pensar tanto en un partido, cuando se dice que uno está nervioso estando en otra situación, porque ahora sí sentí lo que realmente es estar ansioso, nervioso y con mucho sufrimiento.
Lucas Leiva / [email protected]
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