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Cuando el legendario Bobby Knight quiso reclutar a Diego Romero

21:15 21/04/2020 | Lo quería para su universidad. "Yo nunca conocí a alguien así, esa es la clase de jugadores que necesito", le dijo cuando lo llamó. Una historia peculiar.

Knight y Romero

Los milagros inesperados ocurren y, cuando todos menos los esperan, ahí están, maravillando a los protagonistas y testigos de los hechos. En una ocasión le tocó el turno a Diego Romero, el pivote de Gimnasia de Comodoro Rivadavia, mientras jugaba en el Junior College de Estados Unidos. Muchas universidades ya conocían lo que el interno podía hacer en la cancha y, en su afán de tenerlo, 87 colegios le ofrecieron becas en 2003.

"Yo quería ir a probarme con los más ásperos, por lo que empezamos a analizar las cinco conferencias más importantes, investigando las plantillas y los jugadores que contrataban. A Texas Tech se le iban tres internos, entonces acepté ver lo que me proponían y fui un fin de semana a su universidad a ver cómo entrenaban y a conocer todo lo que había en el campus. También acepté las de Indiana, Kentucky y Florida StateAdemás, la de East Carolina sólo para ver a un amigo, pero después la baje porque no les iba a hacer gastar plata al pedo", confesó Romero en una entrevista con Básquet Plus.  

Tras idas y vueltas, Diego decidió que iba a ir a Florida State. Todo parecía estar resuelto y el pivote por fin podría descansar en paz. Sin embargo, en ese momento sonó el teléfono. Alguien lo buscaba. Era nada más y nada menos que Bobby Knight, uno de los entrenadores más reconocidos y ganadores en la historia de la NCAA. "Me dijo que estaba en Texas y que iba a ir a verme, pero que sólo podía hablar por teléfono porque por reglas no me podía ver cara a cara", confesó el interno.  

"Él ya era una leyenda universitaria, yo no podía creer. En ese momento voy caminando al gimnasio y estaba todo el pueblo, todos creían que iba a ir a Texas Tech. Llegué, hablamos por teléfono y él estaba sorprendido porque mi primer año universitario jugué todo el año con la muñeca rota", contó Romero.  

Knight lo admiraba por esa virtud que tienen todos los jugadores argentinos: sacrificio. Respetaba al pivote porque, como contó previamente, había jugado todo un año universitario con la muñeca rota, sin importarle el dolor ni cualquier lesión. "Yo nunca conocí a alguien así, esa es la clase de jugadores que necesito", le dijo el legendario coach.  

"Tenía una impronta impresionante para hablar", recordó el pivote que actualmente defiende los colores de Gimnasia. Diego y Bobby, en Estados Unidos, como si fueran padre e hijo. ¿Cómo rechazó una oferta de Knight? Sólo él lo sabe. No estaba equivocado y hasta el día de hoy se mantiene activo en el básquet profesional. También hasta el día de hoy se acuerda de ese momento. "Es una de esas cosas que te quedan para toda la vida", contó Romero. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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