Cequeira: "Siempre estuvimos solos, pero se siguió por el orgullo"
13:14 04/05/2016 | El base de Quilmes habló con Básquet Plus sobre el cierre de temporada, el análisis del año del Cervecero y un desolado panorama dirigencial.
Quilmes se despidió de la actual temporada cumpliendo objetivos pero también quedando al margen de otros. El Cervecero logró salvarse de jugar la Permanencia después de un año complicado y cerró la regular ganándole el clásico marplatense a Peñarol, rival al que no había podido ganarle en los anteriores cruces de la 2015/16. Pero a su vez se quedó con sabor a poco, porque seguramente este equipo anhelaba con hacerse un lugar en playoffs (mantuvieron chances hasta los últimos partidos) y además porque en el transcurso del año atravesó situaciones complejas que fueron complicando sus aspiraciones.
Tras la salvación de la categoría llegó cierto alivio y desahogo, y con ello se hicieron públicas algunas circunstancias que atravesó Quilmes en esta temporada. Diego Romero fue uno de los que habló primero, en diálogo con el medio marplatense 0223, y dentro de ese ámbito llegó la consulta de Básquet Plus para con Luis Cequeira.
El base chaqueño se refirió al cierre de temporada, tuvo sensaciones encontradas en este punto final a la campaña, venía de unos últimos días con mucho trajín en su salud (sufrió una bronquitis, en un cuadro que se complicó y casi lo deja internado), y en torno a ello hizo hincapié en el castigado año en cuanto a lesiones importantes y también respaldó a Romero con respecto al tema dirigencial.
- ¿Salieron muchas cosas a flote en este cierre de temporada? Lo digo por el año duro que tuvieron, las adversidades que tuvieron que afrontar... me da la impresión de un desahogo.
. Sí, lo dijiste vos, fue un desahogo. Llegar a la parte final sabiendo que la posibilidad de jugar playoffs ya no existían y sin embargo podíamos estar jugando playoffs por la permanencia creo que habría sido un golpe durísimo para el equipo. Después en el último partido con el clásico, más allá de ganar y disfrutar, personalmente no me daba la sensación de festejar sino que tenía ese desahogo de haber terminado un año tan duro. Fueron sensaciones encontradas, porque incluso estuve toda esa semana en cama y me levanté solo para ir a jugar (NdR: volvió de la gira por Sunchales con una bronquitis). Analizando lo que pasó, más allá de todo lo malo que pasamos con las lesiones y demás, lo cierto es que estuvimos a un juego de entrar en playoffs. Pero también hay que decir que las cosas pasan por algo, cuando tuvimos la oportunidad no la aprovechamos y a la vez no se trata de un solo juego, se trata de todo lo que no hiciste antes y ya no podés volver el tiempo atrás. Tuvimos una primer fase con cuatro juegos ganados y un arranque de 0-11, y creo que eso fue lo que golpeó al equipo mentalmente cuando la expectativa del grupo al principio de la temporada eran otras. Nos encontramos con otra realidad y tuvimos que hacernos cargo.
- Me quedé con eso de "no festejar". Uno podría decir que se puede festejar el hecho de salvarse, pero imagino que en tu cabeza te quedaste con ganas de más.
. Sí, creo que cada uno después tiene sus sensaciones, yo después te hablo por mí. Terminó el partido y sinceramente no me daba para andar saltando y festejando, el sentir era otro. Obviamente que estaba contento porque después de un año tan errático el haberle regalado a la gente un triunfo es algo lindo. Más siendo un clásico, porque este año en los clásicos con Peñarol en el primero nos sacó de la cancha, el segundo fue más parejo sin embargo también lo perdimos, el tercero lo teníamos ganado y se lo entregamos, y este era tan importante porque dependíamos exclusivamente de nosotros para salir de la situación de la que estábamos y había que ganar para no depender de otros. Por cómo vivió la gente el clásico el haber ganado era darle un regalo a ellos también, además de la sensación de desahogo y el hecho de no jugar esos playoffs de permanencia. Pero la ambición del equipo era otra, y en una liga tan rara es difícil no tener esa sensación extraña porque nos despedimos de la temporada ganándoles al 1 y al 2 de la conferencia; y cuando fuimos contra los del Norte Quimsa nos ganó en la última, Olímpico nos ganó bien, pero cuando vinieron a Mar del Plata les sacamos veinte a los dos. Te queda una sensación de saber que cuando el equipo estuvo completo compitió y ganó, pero no alcanzó.
- ¿Esa sensación pasa fácil o es difícil de digerirla con el correr de los días?
. No, fácil no pasa. Es muy particular, es mi manera de pensar, pero yo creo que la historia siempre la marca el campeón, si después a los demás les faltó esto o lo otro ninguno se acuerda. El que queda en la historia es el campeón, de hecho cuando cualquier equipo arranca la temporada el objetivo es el máximo siempre. Después tener distintos objetivos dentro de ese máximo, como pasó el año cuando a medida que fue pasando la liga los objetivos fueron más altos, ahí la intención fue poner a Quilmes en un torneo internacional por primera vez en la historia, se logró pero al terminar la temporada nos quedó la espina de poder jugar una final de Liga. Este año nos enfrentamos a otras adversidades en el grupo y a veces no es lo que uno espera, pero tiene que hacerse cargo de la realidad que está viviendo. La realidad en esta Liga es que fuimos últimos durante gran parte del año, cuando tuvimos una vida no la supimos aprovechar y fue un golpe para el equipo, que no se recuperó, que volvió a quedar atrás y que nos dejó sin playoffs. Hoy lo pensás en frío y decís que estuvimos a un juego de playoffs, pero durante la vorágine de la competencia fueron 9 meses duros que hacían que veamos lejos todo. Esto suma como experiencia experiencia, servirá como grupo, de forma individual, y ahora habrá que dar vuelta la hoja, lo que individual o colectivamente no se hizo durante la temporada ya pasó. Ahora hay que entrenar pensando en la próxima temporada.
- Fueron muchos contratiempos.
. Es que las cosas que nos pasaron fueron muchas, porque en la primera fase solamente ganamos cuatro juegos y de los primeros veintipico partidos Maxi (Maciel) y Luca (Vildoza) solamente pudieron jugar el primero. Encima en esa primer fase, a partir del juego 13 creo yo también caigo y me sumo a los lesionados que ya teníamos. Y hoy a cualquier equipo le sacás dos jugadores y lo siente muchísimo, más siendo en la posición de base como le pasó a nuestro equipo y más en una liga rara como esta donde no hay ningún candidato ni ningún resultado puesto, tenés que ir a jugar para saber qué va a pasar. Con un base menos a cualquier equipo le cuesta ganar, imaginate si estás sin los dos, en nuestro caso Bruno (Sansimoni) tuvo que dar la cara y lo hizo muy bien. De todas formas estas son cosas que a nosotros no nos gusta poner como excusa, sabíamos que era muy difícil competir y ante la adversidad es mucho más complicado trabajar porque ves mucho peor las cosas. Lo importante de todo esto es que el grupo nunca se quebró y estuvo muy unido. Quedó demostrado que con el equipo entero le ganamos a cualquiera como así también podíamos llegar a perder, pero cuando el plantel estuvo completo fueron más las veces que ganamos que las que perdimos.
- A vos se te terminó el contrato ahora (NdR: había firmado por dos años cuando llegó en 2014). ¿En base a este tiempo en Quilmes pensaste o ya hay alguna intención de seguir en el club?
. Ahora solo pienso en recuperarme de salud porque vengo medio enfermo y ojalá ya el lunes que viene poder empezar a entrenar de nuevo, pero la realidad mía es que soy jugador libre. Entraré el mercado, lo manejarán mis agentes, si Quilmes quiere volver a contar conmigo tendrán que volver a hablar con mi representante, pero la situación actual mía es que soy jugador libre. Después se analizará, hoy por hoy la prioridad de la Liga es empezar a transitar los playoffs, así que falta para que se empiece a manejar ese tema.
- Te lo pregunto puntualmente por declaraciones que hizo Diego Romero a unos colegas, donde expresó cierta soledad con el equipo desde la parte dirigencial. Porque hoy hablábamos de contratiempos deportivos pero también hay toda una parte extradeportiva. ¿Cómo fue esa situación?
. Sí, Diego dijo en esa nota que estuvimos solos durante todo el año y sí, esa fue la realidad. Por eso también rescato mucho la parte del grupo, porque en las adversidades siempre estuvimos solo nosotros, cuerpo técnico incluyendo al utilero y jugadores, nada más. Fueron nueve meses así, hasta este último clásico con Peñarol fue así. Hay un montón de cosas por corregir y un montón de cosas que nos hubiesen gustado que fuesen distintas, pero no lo fueron. Son cosas que se tienen que arreglar desde la dirigencia, pero lo que nosotros no hicimos desde el lado de jugadores para respetar nuestros derechos, para tener las cosas básicas, para estar cómodos o para poder entrenar, viajar y jugar, ya no vale la pena decirlo. No encontramos ni hubo una solución durante nueve meses, no creo que la haya porque salgamos a hablar ahora...
- Cualquiera podría haberse plantado de brazos cruzados hasta no tener una solución. Sería tonto que se les reproche eso sabiendo lo que pasaron. ¿Por qué no?
. Por el orgullo. Cuando no encontrás respuestas yo no soy partidario de parar o no parar de entrenar, porque después tenés que ir y dar la cara para jugar. Si en esta liga no entrenás los pocos días que tenés para hacerlo después no vas a rendir en un partido. Es el orgullo deportivo, el lado amateur que cada uno que tiene. Tenés que ir, entrenar, jugar, ganar y después buscarle una solución a las cosas que pasan. En un grupo las opiniones pueden ser bastante encontradas, en este grupo y en el que me tocó estos dos años en Quilmes la idea siempre fue la misma, de seguir. El grupo siempre estuvo junto, siempre entrenó, viajó, jugó y compitió para ganar, los resultados nos acompañaron o no pero eso fue lo que pasó.
- ¿Y qué solución se le puede encontrar?
. No lo sé, igual nosotros tratamos y tenemos que pensar en jugar al básquet, nada más, y tratar de que las cosas extrabasquetbolísticas no afecten al grupo, lo que es muy difícil. Pero la verdad es que todo esto es un tema muy delicado para hablarlo tan abiertamente ahora. Hoy pienso y quiero recuperarme de salud para volver a entrenar bien, normal, como te decía antes.
Lucas Leiva / [email protected]
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