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Tras seis derrotas y un presente oscuro con el tema lesionados, Quilmes por fin pudo conseguir su primera alegría de la Liga, venciendo el pasado domingo a Argentino de Junín.

A continuación, analizamos un poco el momento del Cervecero con uno de sus líderes, Luis Cequeira, quien fue fundamental ante los juninenses con 20 unidades.

¿Qué pensás que fue lo más importante que cambiaron para conseguir esta victoria?

Creo que la confianza fue clave. La confianza de volver a ganar que nos dio la Sudamericana. Y ganar jugando bien como lo hicimos. Es lo que necesitábamos como grupo. El de ayer fue un partido raro, duro como siempre con Argentino. Al principio estábamos medio apáticos, no estábamos metidos en el juego, producto del cansancio de jugar tres partidos seguidos, llegar y jugar en 24 horas. Pero por suerte el equipo pudo reaccionar, revertimos la diferencia que nos había sacado Argentino y se hizo un partido de palo a palo. En el cierre a diferencia de otros partidos, ya teníamos la confianza de haber ganado. Nos pusimos intensos en los minutos claves y llegamos al final más tranquilos.

Se puede decir que al menos en este caso, la confianza que les dio la Sudamericana, pesó más en la balanza que el cansancio físico de ese cuadrangular.

Sí, sin lugar a dudas. Creo que cuando uno por más que esté bien físicamente, pero no tenés esa confianza individual y grupal, llegás a un partido cerrado y lo perdés. Porque ves todo negativo. Es clave creer que las cosas pueden salir bien. El equipo se demostró que puede jugar bien al básquet y puede ser intenso atrás. En ofensiva buscar el pase extra para un mejor tirom de un compañero. Ayer por momentos lo hicimos. En el final recuperamos varias pelotas importantes, que nos permitieron correr, sacar una brecha y después definirlo desde la línea.

Hay un factor obvio que es el tema de los lesionados, pero más allá de eso, ¿qué análisis hacés de por qué les costó tanto el arranque de la Liga?

Creo que costó por lo que es todo arranque. El equipo, por más que sea la base del año pasado, se va conociendo, se va consolidando. Siempre los arranques cuestan y más cuando a la segunda fecha perdimos a dos jugadores muy importantes como Maxi Maciel y Luca Vildoza. Sumado a Ale Spalla que en el mismo partido se jodió la espalda en Bahía. Ya arrancás con el pie izquierdo, empezás a jugar con jugadores fuera de su posición. Como Fer Calvi jugando todo el partido de tres. Se acorta el plantel, por más que esté el esfuerzo y las ganas de ganar. 

Que no siempre alcanzan...

Siempre digo que con eso no alcanza. Para ganar tenés que jugar bien, no sólo alcanza con actitud y ganas. Todo hizo que a la hora de entrenar sea todo muy acortado. Se entrena acorde al cansancio y no a lo que necesita el equipo. Son un montón de cosas que obviamente afectan al grupo. Más si los resultados no acompañan. Siempre digo que tenemos que usarlo para que nos fortalezca como equipo, como grupo. Nos tocó vivirlo en el arranque y lo tenemos que asumir. Sabemos cual es la realidad pero al mismo tiempo los que estamos tenemos que dar un plus más, para que el equipo empiece a ganar y a jugar bien.

Y dentro de ese arranque negativo, ¿rescatás algo del equipo?

Se puede elegir la tranquilidad y el estar juntos. Porque la verdad que basquetbolísticamente no veníamos jugando bien. Eramos más ganas y corazón a la hora de jugar, pero con eso no alcanza. Pero siempre el equipo estuvo tranquilo y junto. Que es la base de un grupo. Mantenerse así aún con la adversidad, ya sea de lesiones o de resultados. Esto es largo pero sabíamos que teníamos que empezar a ganar para agarrar esa confianza grupal e individual, para que el equipo crezca. Ahora en más sabemos cual es el camino. Sabemos que el próximo partido es con San Lorenzo que viene invicto. Tenemos que seguir por el camino de jugar bien.

¿Lo toman como un desafío doble San Lorenzo? No sólo por lo que genera, sino por la chance de poder sacarle el invicto.

Creo que lo tomamos como un desafío de nosotros para seguir creciendo como grupo. Seguir en la racha de victorias, agarrar esa mentalidad ganadora como equipo. Sabemos que enfrentaremos a un gran rival, con grandes individualidades, que viene con la confianza en alto de estar invicto en esta competencia, que no es nada fácil. Obviamente será un partido durísimo pero son 40 minutos, donde el que esté mejor, va a ganar. Esperemos nosotros estar lúcidos y poder hacer un gran juego para dejar los dos puntos en casa.