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Durante algún tiempo, en los primeros meses de la Liga, ya se había tornado casi cómica la situación. Cuando se preguntaba en Boca cuándo iban a completar el plantel con los extranjeros que hacían falta, primero decían: "hay que esperar el clásico" (el partido de fútbol contra River por la Libertadores), luego "hay que esperar las elecciones" (presidenciales) y finalmente "hay que esperar las elecciones" (en el club). 

Cuando pasó todo esto, se había ido medio campeonato y había que remar. Encima, en las dos primeras situaciones, no hubo buenos resultados. River le ganó la semi de la Libertadores y Macri perdió contra Alberto Fernández. En la tercera ganó Ameal y colocó en el básquet a Alejandro Desimone, un empresario que sumó bastante desde su asunción, al menos facilitando lo más urgente. 

En el comienzo del 2020 llegó finalmente Kyle Washington para dar una mano (no mucho más que eso), pero el inicio fue malo, con seis partidos de visitante sobre siete y cinco derrotas. Quedó muy abajo y desde ahí hasta la suspensió metió un récord de 5-4 que lo dejó expectante en el noveno puesto. 

En cuanto a rendimientos, fue bueno el regreso de Aguerre, la regularidad de Boccia, Konsztadt y Gargallo y lo que siempre da Sandes en muchos rubros, más la experiencia de Leiva y los chispazos de Flor, que venía de mucho tiempo sin jugar por su problema de salud. En resumen: una temporada que no quedará en el recuerdo. 

PG: 13
PP: 13
Récord local: 9-4
Récord visitante: 4-9
Entrenador: Guillermo Narvarte (13-13).
Posición final: 9°
Estadísticas acumuladas del equipo: aquí