Obras Basket 88 - Bahía Basket 92
Bahía Basket arrancó sus partidos de visitante con un brillante y sufrido triunfo ante Obras Basket por 92-88. El conjunto de Sebastián Ginóbili logro una victoria de carácter en el Templo del Rock, en un partido donde llegó a estar ocho abajo pero ensayó una fantástica reacción a través de su revulsivo juego para quedarse con una victoria ajustada pero bien trabajada.
Máximo Fjellerup fue la figura del partido con una brillante labor de 19 puntos (magnífico segundo tiempo), mientras que Lucio Redivo fue el goleador con 21. En Obras, lo mejor pasó por el tándem Barral-Zanzottera, aunque los de Casalánguida se quedaron sin resto en un momento clave y a pesar de que despertaron sobre el final no pudieron festejar.
Obras complicó defensivamente a Bahía en el inicio, por estar un poco mejor parado en los rebotes y por la buena defensa que obligó a Bahía a tener un par de pérdidas. El juego de Herrmann y Horner rindió en ese inicio, pero Bahía de todas formas mostró una intensidad más marcada, corriendo la cancha, con un explosivo Vaulet dentro de lo más claro (lindo duelo el de Juan Pablo con Herrmann).
Otro factor decisivo en la visita fue Redivo, brillante desde el perímetro e intratable desde los triples (arrancó con 4/4). Cuando Bahía mejoró defensivamente y se adueñó de los rebotes sin permitirle segundas chances a Obras, gravitó y sacó diferencias. Así Bahía cerró el primer cuarto 22-17 arriba, en un inicio muchísimo más intenso que el de su rival.
Obras tuvo una pequeña mejoría en el segundo cuarto, aprovechando para filtrar la defensa de Bahía y con punzantes aportes de Barral (de lo mejor de la reacción local) y Zanzottera. El goleo se abrió mucho más porque la visita también siguió pegando, con Whelan, Fjellerup y Vaulet. No solo se dio un trámite más amplio en el goleo por la efectividad sino también porque ambos conjuntos jugaron más a campo abierto. Bahía conservó la ventaja al descanso largo, por cuatro (48-44) pero dentro de un trámite que estaba para cualquiera de los dos.
Obras entró mejor al tercer cuarto, pegó con Zurbriggen desde la excelente y rápida transición defendiendo y atacando, y también apareció una solución clave con Bortolín, rendidor en ambos costados. Obras metió una rachita para escaparse a ocho (62-54), despertando una fuerte llamada de atención en un Bahía que reaccionó corriendo la cancha de la mano de un vertiginoso Fjellerup.
Fjellerup fue ampliamente determinante, en un parcial donde la rompió con 13 puntos para encabezar la reacción de un Bahía peligrosísimo que mordió en el momento justo. Los de Ginóbili pasaron de perder por ocho, desorientados y un tanto perdidos en el fondo, a meter un cambio de marcha, velocidad en la transición y un descomunal Fjellerup para terminar de pasar al frente con una bomba de Levy: 69-66 al ingresar al último segmento.
Impulsado por ese envión del tercer cuarto, Bahía arrancó el último periodo demoliendo a un Obras que rápida y llamativamente se empezó a quedar sin reacción. Más entero desde lo físico, con Fjellerup fresco y la reaparición de Redivo (necesitaba aparecer para encaminar más el partido), Bahía cacheteó la moral de un pinchado Obras para ponerse con una clara ventaja de trece tantos (83-70) restando poco más de cuatro minutos.
Obras despertó de su letargo apretando con un aceitado Zanzottera, que fue el líder de una remontada que llegó a achicar la historia a solo cinco tantos contando también con la incidencia de Herrmann (89-84). En ese momento empezó a jugar en contra la presión y los nervios, el juego se hizo más trabajo con ambos equipos yendo a la línea (Barral, Horner, Johnson y Whelan) y Bahía lo terminó cerrando con una defensa clave donde a pesar de algunos errores resguardó su ventaja hasta el final: 92-88 y victoria de carácter para un conjunto bahiense que estiró su dulce presente.
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