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Australia llega a Río con varios interrogantes, pasando el más importante por la salud de Andrew Bogut. El pivote de los Mavericks se perdió casi toda la preparación por lesión y recién pudo ver algunos minutos en el último amistoso del equipo, frente a China, sin anotar puntos. En un torneo corto, donde probablemente uno o dos partidos separen a la decepción, de la lucha por una medalla, la presencia y el estado del NBA pueden resultar ser fundamentales.

Más allá de ese tema, Australia ofrece una situación parecida al de otros eventos grandes: tienen material para ser un equipo competitivo, pero parece faltarles ese salto de calidad en distintas áreas, que los ponga entre los candidatos. Los oceánicos siempre son duros y presentan batalla, pero por ahora, no han podido encontrar una bandera que los haga subir un escalón.

El tema con Australia es que es sólido todo, pero no excelente en ningún aspecto. Pueden ser duros defensivamente y tienen algunas buenas opciones en ataque, pero en ninguno de los dos sectores tienen el potencial de otras de las selecciones de esta competencia. Igualmente, es en la marca donde los de Lemanis deberán construir su mayor fortaleza, con jugadores como Dellavedova, Baynes y Bogut, quienes pueden dar un gran aporte en ese aspecto.

Ofensivamente las incógnitas son mayores. Australia es claramente un equipo cuando Dellavedova toma la base (más pensante) que cuando lo hace Mills (más explosivo), quien puede ser tanto salvador como hundir las ofensivas del seleccionado con su abuso del tiro externo.

Otro interrogantes que rodea al equipo de Lemanis pasa por el esquema. En la preparación (que apenas constó de cuatro partidos contra selecciones) usaron todo tipo de quintetos iniciales: desde los más tradicionales, a otros con doble base y hasta doble pivote (Baynes y Bogut titularizaron en la última prueba). Australia tiene variantes y veremos porque configuración se termina inclinando el entrenador. En ese sentido, no tienen margen de error para fallar.

¿Quiénes serán los referentes del equipo? Más allá de que ya marcamos la idea de que deben fortalecerse desde lo defensivo, en ataque lo más importante pasará por Patty Mills y Joe Ingles, a quienes les encanta tener la bola en su poder. ¿Cuánto involucrarán a sus fuertes pivotes? Cuando ordenen Ingles y Dellavedova probablemente bastante, cuando lo haga Mills, muy poco.

Por último, para dar ese salto de calidad que todavía no ha aparecido, es necesario la aparición de los jugadores de rol. Australia precisa encontrar figuras nuevas fuera de las habituales si quiere ser competitivo. No hay grandes talentos, pero Ryan Broekhoff y Chris Goulding tendrán que estar certeros desde el perímetro para potenciar a un conjunto sin tanto poder de gol (promediaron 75 puntos en los amistosos).