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Argentina tuvo un mal partido y cayó ante Malí por 56 a 47, en su segunda presentación en el Mundial U17 de Zaragoza, España. El equipo de Arrigoni tuvo pocas ideas en ataque y todavía menos ejecución, terminando con un 25% de cancha y 26 balones perdidos. Este fue un equipo armado claramente pensando a futuro y ante rivales en un proceso de madurez más avanzado, las diferencias son claras.

La selección arrancó bastante derecha con el aro, abriendo con triples de Basualdo, López y Baralle. Sin embargo, una vez que empezó a bajar sus porcentajes perimetrales, ya no tuvo recursos para seguir sumando. Además, en defensa le costaba horrores asegurar el rebote defensivo (Malí bajó 19 ofensivos) y la diferencia se achicó. Tras 10 minutos, Argentina estaba al frente por 15-12.

Tras lo que había sido un inicio prometedor, la albiceleste cayó en lo que sería su tónica del partido: baja eficacia, abuso del recurso individual y poco poder de definición. Para colmo, Malí empezó a meterla de tres y los africanos pasaron al frente por 31-26, al momento de llegar al entretiempo.

Argentina quiso salir con otra actitud al segundo tiempo y tuvo un buen aporte de Caffaro, más el desequilibrio de López, para arrimarse. Igualmente, de poco terminó sirviendo ya que exceptuando dichas apariciones esporádicas, el ataque seguía sin encontrar el rumbo. Malí lo aprovechó y estiró aún más la diferencia: 45-38.

Un par de triples de Cuassolo le dieron vida a los argentinos en el último parcial, igualando el marcador en 46. Pero la remontada no fue más que una ilusión y el equipo volvió a perder cualquier tipo de opción de gol en la definición, ante un rival más entero y potente desde lo físico. Los de Arrigoni no tuvieron respuestas y terminaron cayendo por 56 a 47.

Lautaro López volvió a ser el máximo anotador argentino, con 18 puntos y 12 rebotes. Además, Ignacio Cuassolo aportó 11 tantos, mientras que Nicolás Franco bajó 11 tableros, además de anotar 3 puntos.