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Sergio Llull es hoy, tras el retiro de Felipe Reyes, el símbolo más grande que tiene el Real Madrid. Y contando al gran capitán Felipe, quizá lo sea también, porque además de ser, durante un buen tiempo, el mejor jugador del equipo (hoy parece lejano, pero Llull fue el mejor jugador de Europa a mediados de la década pasada, luego afectado por lesiones) y hoy sigue aportando, pese al paso de los años. 

Sin embargo, quizá lo que lo diferencia de Reyes, sobre todo ante los hinchas, es haber tomado en su momento la decisión de renovar con el Madrid en el 2015 y no irse a Houston Rockets. Habló con el Diario As y ese fue uno de los puntos altos de la entrevista: "Hubo un momento en el que la tentación fue mucha y estaba más encaminado a irme que a quedarme, pero puse todo en una balanza y el Real Madrid también hizo un esfuerzo muy grande para que siguiera y me sentí muy, muy querido. Ese fue el factor diferencial, el amor y el respeto del Real Madrid y las ganas de triunfar aquí".

Ese Llull del 2015 podría haber jugado en la NBA porque estaba en plenitud física (28 años), porque era un tren y porque tenía, entre otras virtudes ofensivas, un tiro exterior fenomenal, arma clave para adaptarse a una competencia distinta. Sus piernas, además, le hubiesen permitido defender, algo que en Europa no necesitó tanto. 

Llull también habló sobre la vuelta de Deck, "hay grandísimos jugadores que se han ido del Madrid a la NBA. Con la vuelta de Gaby creo que hemos mejorado como equipo, aunque ahora esté lesionado. Es un jugador con mucho carácter que siempre nos da un plus" y de la racha en contra ante el Barcelona, "el Barça tiene un equipo buenísimo, grandes jugadores en todas las posiciones, mucho talento y juega muy físico, y es cierto que en los últimos partidos nos han ganado; pero tampoco creo que nos tengan tomada la medida".  Sergio, el ídolo máximo del RM, que va por su séptima coronación en la Copa. Crack.