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Tal vez hablar de crisis cuando la temporada comenzó hace poco tiempo es apresurado, pero la realidad es que Toronto Raptors no arrancó bien el año y, si no remonta rápido, se le hará muy difícil encarar hacia arriba. Un record de 2-7 y un mal juego que asusta a una franquicia que en la 2019/20 perdió en semis de conferencia en siete juegos frente a Boston Celtics.

Dos de los problemas principales del equipo son que no están pudiendo disputar sus partidos en Canadá debido a la pandemia que los obliga a jugar en Tampa, Florida, y la otra es esa falla en los momentos en los cuales la pelota quema. Años anteriores jugadores como DeMar DeRozan o Kawhi Leonard en el año del anillo daban ese plus, que hoy con Pascal Siakam o Fred VanVleet no tienen.

Y con Siakam nos quedamos. El alero no está teniendo la gran temporada que había tenido el año pasado que lo llevó al All Star. Un jugador que no destaca en ataque, se lo ve incómodo en defensa y no aparece en los momentos decisivos. Parece haber perdido la confianza en sí mismo y, con el equipo bajo, será difícil recuperarla.

VanVleet y Kyle Lowry no están tampoco en un gran nivel, la banca de los Raptors no da mucha seguridad ni opciones cuando están en cancha y, en general, el ambiente no es el mejor. Se extraña a Marc Gasol y a Serge Ibaka, entre otros, pero es hora de que los que se quedaron saquen la cara por un equipo que los necesita.