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En el verano de 2012, Tony Parker estaba viviendo su mejor momento. Venía de un año de carrera que incluía una aparición en el Juego de Estrellas y un lugar en el Segundo Equipo All-NBA, y los Juegos Olímpicos de Londres estaban en el horizonte con Francia como uno de los candidatos a medirse con el Team USA en una posible final.

Pero cuando aún faltaba más de un mes para los Juegos Olímpicos, Parker decidió tomarse unas vacaciones muy necesarias e inocentemente se fue a un club nocturno en la ciudad de Nueva York. No sabía que dejaría ese club con una lesión en el ojo crucial para su inminente torneo.

El incidente ocurrió entre Drake y Chris Brown, por una escena de celos sobre Rihanna. Increíblemente, Tony Parker tuvo la mala fortuna de encontrarse en el medio de esta inverosímil pelea. Según se informa, Brown le envió a Drake una botella como ofrenda de paz, a lo que Drake respondió con una nota "incendiaria".

Desde el lado de Drake del club, donde aparentemente habían como 15 personas, quisieron impedir que Chris Brown saliera sin tener una pequeña discusión. El resultado fue el estallo de una pelea campal como si se tratase de bandas callejeras, en uno de los lugares más glamourosos de la ciudad.

Según se informa, un fragmento de vidrio perforó la córnea de Parker, pero afortunadamente, evitó una lesión importante. Aún así, Tony no iba a dejar que esta injusticia se mantuviera y le arrebate su escenario en Londres. Alrededor de un mes después, Parker se recuperó y pasó a liderar la selección francesa en puntos con 15,7 por partido en los JJOO, usando unos anteojos especiales para proteger su visión.