Basquetplus.com

Las primeras temporadas de Michael Jordan fueron todas de aprendizaje, sin un equipo listo para pelear cosas importantes, MJ agigantaba su figura pero no podía conseguir lo que tanto ansiaba, el anillo. Es por esto que cuando consiguió las piezas con Scottie Pippen y Horace Grant a la cabeza, los instó a ponerse fuertes mentalmente para poder ir por el campeonato no si antes derrotar a los duros Pistons que lo tenían a mal traer con el rigor físico.

Una vez que lo lograron no frenaron nunca más, fueron tres títulos consecutivos desde 1990 hasta 1993 hasta que Michael dijo hasta acá. La muerte de su padre y falta de energía le hizo poner un paréntesis e ir a volcar su lívido deportivo al baseball. Por su parte Shaquille O’Neal continuaba en franco ascenso y la llegada de Penny Hardaway fue la pieza que le faltaba al Magic para soñar con algo grande, un dueto de los mejores de la NBA en ese entonces.

Las dos temporadas iniciales de Shaq en el Magic fueron buenas, llegaron a playoffs por primera vez en el segundo año y se fueron en primera ronda, a pesar de que la experiencia sirvió. En la siguiente campaña, la llegada de Penny Hardaway le dio otro color a todo y con un básquet de mucho espectáculo llegaron a las finales de la NBA, venciendo previamente a Michael Jordan y los Bulls en semifinales.

Aquella serie aún la recuerda Shaquille, aunque no todo el mundo deportivo así lo hace, dado que se menoscaba ese triunfo de Orlando a raíz de que fue la vuelta de Jordan tras un año y medio de parate y no estaba en su plenitud física o ritmo de juego como para llegar a las finales de la NBA.

"Me enorgullece ser el último jugador en vencer a Michael Jordan en una situación de playoffs. Todos dirán que regresó del béisbol, pero lo mío es que si pisa esa cancha y sé que tiene la misma mentalidad si estás en esa cancha, eso significa que estás listo para partir. El año siguiente regresaron, nos demolieron y se aseguraron de que no ganáramos un juego. Estoy seguro de que estaba oxidado cuando regresó, pero no apesta nada aquel triunfo de Orlando”, describió el ex Lakers.

La historia de las Finales de 1995 es conocida por la barrida de Hakeen Olajuwon y sus Rockets a Orlando, un hecho fuerte y duro de digerir para O’Neal. No obstante, los problemas de cartel y otras tonterías son las recuerdas el pivote cuando habla de su salida del Magic.

"Definitivamente podríamos haber conseguido uno. La cosa en Orlando era que cuando eres joven y tonto, persigues títulos inútiles. Cuando llegué allí, yo era el hombre, pero cuando Penny llegó, él pensó que él era el hombre. Estábamos peleando por tonterías y títulos inútiles que no tenían sentido. El año anterior a mi partida, Penny se sentó porque quería obtener más dinero, lo cual está bien para mí. Sé que si obtienes 100 millones, y sin faltarle el respeto, pero tengo que conseguir 150 millones. Se lo dieron, pero cuando llegó el momento de que yo recogiera mi dinero, desaparecieron”.

Efímera la historia de Orlando Magic con Shaquille O’Neal, pero fructífera por donde se lo mire y con apenas tres años previos de experiencia la llegada del pivote oriundo de Texas le dio el reconocimiento que necesitaba para darle el empujo necesario para ser un equipo NBA.