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Dillon Brooks ha experimentado su cuota justa de expulsiones en partidos de la liga por diversas razones. Una de las más recientes ocurrió en la primera ronda de los playoffs contra los Los Angeles Lakers la temporada pasada, cuando fue expulsado a tan solo 17 segundos de comenzar el segundo tiempo.

En su debut con los Rockets en la pretemporada de la NBA, Brooks volvió a dejar su marca al ser expulsado del partido tan solo 5 minutos después de comenzar el primer cuarto. No obstante, a pesar de su llamativo historial, no ostenta el récord de la expulsión más rápida en la historia. Esa distinción le corresponde al legendario entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, quien fue expulsado en tan solo 63 segundos de un partido.

Este incidente tuvo lugar en abril de 2019 en un enfrentamiento contra los Nuggets. Mientras el pivote de los Spurs, LaMarcus Aldridge, intentaba una jugada en la zona pintada, Paul Millsap le hizo una falta y provocó que Aldridge fallara su tiro. Popovich estaba furioso por la falta no sancionada, solicitó un tiempo muerto y continuó protestando con el árbitro.

Popovich getting ejected 63 seconds into the game.

(Via @SportsCenter) pic.twitter.com/mRswgQcdKP

— Ballislife.com (@Ballislife) April 4, 2019

El entrenador de los Spurs recibió dos faltas técnicas, lo que resultó en su expulsión. Finalmente, San Antonio perdió el partido 113-85. La expulsión de Popovich superó el récord previo de rapidez establecido por el difunto entrenador de los Washington Wizards, Flip Saunders, quien fue expulsado a los 1 minuto y 46 segundos de un partido contra los Celtics en Boston en 2012.