Efemérides

A 30 años de la gran prueba de Pichi Campana en la NBA

20:18 16/02/2021 | Lo recibió Willis Reed en Estados Unidos. El manager de los Nets en ese entonces quedó conforme con su nivel. Lo invitó al Training Camp del equipo.

Campana en una nota de El Gráfico tras el viaje (Foto Marcelo Figueras)

Si 30 años después todo sigue igual... Corría 1990 y Héctor Campana la rompió en el Luna Park ante Estados Unidos en el Mundial de ese año, que, dicho sea de paso, fue organizado en Argentina. Convirtió 33 puntos y dejó impresionados a todos los criollos, pero, también, a los yanquis. 

Esa actuación le permitió mostrarse y, a pesar de la derrota del seleccionado argentino, se llevó buenas cosas. Un llamado de una persona que tenía un conocido en Estados Unidos inició el contacto y al tiempo lo citaron en Buenos Aires para ir a jugar un partido. El interesado justo estaba en el lugar y quería saber más del Pichi.

"El agente tenía como 60 años y hasta se cambió para jugar y ver cómo me movía dentro de la cancha. En esa época yo jugaba en GEPU y tenía un esguince muy fuerte. Pero como me interesaba lo de la prueba me saqué la bota para poder jugar ese amistoso", recordó Campana en una entrevista reciente con el Diario La Voz sobre aquel hecho que tuvo espacio en el Banco Provincia.

Luego llegó a Estados Unidos y lo recibió un tal Willis Reed, el manager de los Nets que en esa época estaban en Nueva Jersey y tenían entre sus filas al gran Drazen Petrovic, que le hizo jugar un uno contra uno con otro jugador. Lo que mostró el argentino fue interesante y Campana fue invitado a participar del Training Camp de la franquicia para ver si quedaba en el equipo. 

Alrededor de 50 jugadores se presentaron a la cita en febrero de 1991. Finalmente las cosas no salieron de la mejor manera y le dijeron al Pichi si deseaba competir en una competencia paralela. "Me invitaron a jugar en la segunda liga que tienen ellos, pero decidí quedarme en Córdoba. Nadie te daba un pase. No te la dejaban ni ver. Yo ahora con el paso del tiempo analizó que cada uno estaba tratando de hacer la suya personal. Yo tenía más experiencia de jugar en equipo y trataba de jugar. Pero no te la prestaban nunca. Se estaban jugando la vida. Pero la experiencia fue linda”, confiesa el exescolta.

Luego de 45 días de intensos entrenamientos en Buenos Aires antes del Training Camp, el Pichi vio derretirse su ilusión, pero sabía de antemano lo que le esperaba. No obstante, la chance de ir a medirse con los mejores y de abrir fronteras para los que vinieron después siempre será recordada. 

Como sus dobles, triples, piruetas y una mentalidad que no dejaba lugar a dudas. De Argentina para el mundo, solo había que dejarle hacer una jugada. Ninguna cosa más deseada. Él liquidaba y disfrutaba.  

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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