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El día de la marmota. Se festeja el 2 de febrero de cada año. El roedor sale de su madriguera por la mañana luego de un amplio periodo de hibernación. Si el día sigue nublado y no puede ver su sombra, sabe que la primavera se acerca. De lo contrario, si logra detectar su silueta en la superficie, vuelve a su cueva debido a que el invierno continuará por seis semanas más.

Desde 1993, gracias a la película Atrapado en el tiempo, la festividad que se celebra en Canadá y Estados Unidos adquirió un significado eterno. Como el protagonista del film tenía que vivir el mismo día cada mañana, el Día de la Marmota expresa una situación complicada e irritante que se repite una y otra vez sin tener fin.

El trasfondo existencialista de la película, y la festividad, podría aplicarse en la rutina diaria de cualquier ser humano… Y también en la temporada que están teniendo los Timberwolves.

El arranque de tres victorias y apenas una derrota, junto con el gran cierre en la 2020/21, donde ganaron siete de sus últimos 12 encuentros, parecía poner fin a la pesada mochila de frustraciones que la franquicia acumula desde la 2017/18, cuando se clasificó por última vez a playoffs.

Sin embargo, la mala racha no tardó en llegar de nuevo y perdieron ocho de los últimos partidos disputados, sufriendo especialmente en ataque a pesar de la clara mejoría defensiva, y con todas sus estrellas en plenitud física.

Las causas son diversas y no hay un solo culpable. La apuesta de utilizar a Karl-Anthony Towns y Naz Ried haciendo under en las cortinas directas, es decir hundirse para controlar primordialmente al portador de balón, pagó sus dividendos en octubre, donde Minnesota registró el ¡cuarto mejor rating defensivo (puntos permitidos cada 100 posesiones) de toda la NBA con 98,4!

A pesar de eso, el nivel atrás decayó un poco con el correr de los juegos y en la actualidad, según los datos de NBA.com/stats, los dirigidos por Chris Finch se ubican en el puesto 13 de la liga con 106,3. Esto significa que los Timberwolves permiten ahora 7,9 tantos más que en octubre.

Y en ataque las variantes continúan siendo deficientes, sujetas a lo que puedan generar Towns, D´Angelo Russell y Anthony Edwards. El rating ofensivo de los Timberwolves es de apenas 102,0 y lo posiciona en el puesto 26, entre los cinco peores de la NBA…

¿Cómo llegaron ahí? La apuesta por priorizar el juego exterior, sobre todo los lanzamientos de tres, la falta de variantes en la segunda unidad y los pocos intentos en la pintura son algunas de las principales falencias que lo explican.

Minnesota es el equipo que más triples prueba en la NBA (43,2), pero el séptimo de peor porcentaje (32,8%)… Además, solo Towns está lanzando por encima del 40% de tres (45,7%) entre los integrantes del plantel que intentan al menos dos por juego.

Con respecto a la segunda unidad, es el octavo peor banco en puntos por choque (30,3) y el quinto que menor porcentaje posee en triples (28,6%).

Falta algo. El interés por los tiros de tres está provocando que los Timberwolves sean el cuarto peor conjunto en porcentaje en el área restringida (60,0%) y el anteúltimo más errático en la pintura (no área restringida) con 35,0%.

¿Qué significa todo esto para Leandro Bolmaro? Que quizás el cordobés pueda traer soluciones desde la banca en la mayoría de esos aspectos. Si bien en la franquicia esperan que continúe desarrollándose en la G-League, las urgencias por competir podrían ser el canto de sirenas perfecto para Finch y compañía.

A pesar de que el punto de mayor énfasis de progreso del cordobés es el lanzamiento de tres puntos, en la Liga de Desarrollo está encontrando el lugar para crecer en ese aspecto y se encuentra anotando 12 de sus 22 intentos de tres en la competencia, con un notable 54,5%.

Además, según datos de NBA Argentina, vía InStat, su capacidad para generar desde el dribling le está dando muchos réditos y convirtió cuatro de los cinco lanzamientos que intentó de esa forma.

22,0 puntos, 6,0 rebotes y 6,0 asistencias, estadísticas sumamente destacadas que no resultarían de la misma forma en la NBA, pero que eventualmente podrían correrse para probar si puede impactar de una manera inferior sin perder el poder de sorpresa que Minnesota precisa.

Triples, variantes desde la segunda unidad y frescura para un equipo que necesita de ella como el agua en un desierto. ¿Tendrá su chance Bolmaro esta temporada o habrá que esperar hasta la próxima? Ojalá, amigos, esto no sea todo.

Desde Córdoba, listo para poner a cualquiera en su sombra. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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