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La risa, según el psicólogo Robert Provine, es una forma de comunicación, no una reacción. Tiene menos que ver con los chistes y más con un comportamiento social y, de hecho, cuando alguien se encuentra con otras personas la posibilidad de que se mofe por algo se multiplica por 30.

Quizás este sea el motivo para explicar por qué Leandro Bolmaro reaccionó de la misma forma en su debut anoche en la pretemporada NBA de la mano de los Timberwolves. Acción tras acción, el argentino no dejaba de divertirse y sus gestos lo acompañaban segundo a segundo.

Pero más allá de eso, el exjugador del Barcelona dejó excelentes sensaciones en su primer partido (todavía no oficial) con Minnesota en Estados Unidos.

El análisis se centrará en el debut del cordobés, repasando una por una las acciones en las que se desempeñó en la victoria de los Timberwolves ante los Pelicans 117-114.

En su primera situación recibió el balón, tomó la cortina y luego de un par de piques dio vuelta la naranja hacia su compañero, detectando correctamente el cambio de la defensa y la ventaja del grande en la caída.

Luego, en el minuto 7:23 volvió a recibir en el codo y rápidamente aprovechó su primer paso para romper el eje y encontrar a Layman, que falló el lanzamiento de gancho.

Tras una buena defensa, cuando restaban 6:55 para el término del partido apareció su mejor jugada. Leyó rápidamente el cambio y alimentó a su compañero con un sublime pase de pique que finalizó con los dos puntos y le anotó una asistencia a su planilla.

Inmediatamente después, con 6:38, se tomó el atrevimiento y por primera vez decidió definir él, con un triple en transición que se quedó corto.

3:55. Otra excelente acción que denota lo que puede hacer como generador. Salió a recibir luego de una especie de stagger (cortinas sucesivas de dos compañeros de abajo hacia arriba en el costado izquierdo) y castigó el hundimiento de la defensa de los Pelicans con una asistencia potencial hacia el codo.

En la jugada siguiente Bolmaro eligió tomar las riendas. Recibió la cortina directa y castigó la defensa seguidor con un tiro en suspensión muy fluido que finalizó en dos puntos para Minnesota.

Con 1:44 para el cierre también decidió bien, aunque sin éxito en la terminación. Detectando que le venían haciendo seguidor prefirió salirse del libreto y atacar el fondo para otra vez apostar al lanzamiento de media distancia.

Su segundo triple llegó con 40 segundos para el final. Primero la cortina directa y luego el stepback (paso para atrás) para atacar el grande, consiguiendo un claro espacio para su lanzamiento de tres, que otra vez no llegó a destino a pesar de que la idea fue muy buena.

Con 28 segundos se produjo una situación similar. Responsabilidad en el clutch y a atacar nuevamente al grande. No consiguió vulnerar al rival como en la jugada anterior pero sí logró la falta que salvó la posesión. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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