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Miami Heat, a lo largo de su historia en la NBA, se ganó una reputación por tomar decisiones sabias en el draft, lo que le ha permitido construir equipos competitivos y exitosos. Sin embargo, como es común en la liga, incluso los equipos más astutos a veces cometen errores costosos en sus selecciones.

A pesar de su historial de elecciones acertadas, un error devastador durante el Draft de la NBA de 2015 les sigue costando caro a día de hoy, sin poder obtener una segunda superestrella para acompañar a Jimmy Butler. El Heat no consiguió traspasar por James Harden en 2021, ni por Donovan Mitchell el año pasado o Damian Lillard en esta última offseason. Sin embargo, pudo draftear un talento generacional y se perdió esa chance dorada que ahora tanto le pesa.

En ese año de 2015, Miami tenía la décima selección general y, con la oportunidad de añadir un talento prometedor a su plantilla, desde la gerencia optaron por Justise Winslow, un alero procedente de la Universidad de Duke. Aunque Winslow mostró destellos de su potencial estelar en Miami, lamentablemente nunca llegó a cumplir completamente con las altas expectativas que conlleva ser una selección de top 10 en el draft. A lo largo de sus cinco temporadas con el equipo, Winslow promedió 9.0 puntos y 5.4 rebotes por partido, con un 41.7% de acierto en tiros de campo. Este error de selección sería un recordatorio constante de cómo, a pesar de su éxito en el pasado, incluso el Heat puede cometer un tropiezo en el proceso de selección del draft.

Tan solo tres selecciones después de Winslow, los Suns elegirían a su futuro jugador franquicia cuando seleccionaron a Devin Booker de la Universidad de Kentucky. Todo lo que Booker ha logrado en las últimas ocho temporadas es ayudar a los Suns a pasar de ser el hazmerreír de la liga a ser un contendiente constante en el Oeste, lo que incluyó una aparición en las Finales en 2021.

Booker se ha convertido en el mejor escolta tirador de la NBA y uno de los mejores anotadores, promediando más de 25.0 puntos por partido cada temporada desde 2019. Booker y los Suns se están preparando para otra posible carrera en las Finales de la NBA en 2023-24, ya que cuentan con el mejor trío de la NBA, formado por él, Kevin Durant y Bradley Beal. Mientras tanto, Miami está con el mismo plantel del año pasado, y pese a haber llegado a las Finales, perdió piezas que fueron claves en la rotación de la postemporada.