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En la segunda postemporada de su carrera, Julius Randle mostró una increíble falta de eficacia. Con los Knicks en desventaja de 2-1 en su serie de segunda ronda contra Miami, el rendimiento de su jugador estrella es muy bajo. En el tercer partido en Miami, Randle solo anotó unos miserables 10 puntos en 4 de 15 en tiros de campo.

Durante la temporada regular, Randle promedió 25 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias, con un 46,0% de acierto en tiros de campo y un 34,3% desde el perímetro. En los playoffs, tiene un promedio de 15 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias, con un 34,6% de acierto en tiros de campo. De todos los jugadores que intentan al menos 15 tiros por noche en la postemporada, Randle tiene el peor porcentaje de acierto. Entre los jugadores que intentan al menos seis triples por noche, Randle tiene el segundo peor porcentaje, solo por delante de Dillon Brooks.

Randle podría haber sido incluido en el equipo All-NBA, pero hasta ahora no se mostró a la altura de las expectativas. Su compañero Jalen Brunson también sufrió problemas en el tobillo como él contra los Cavs, pero a diferencia de Randle, Brunson pudo aumentar su promedio de puntos y solo experimentó una ligera disminución en su eficiencia.

Ni Randle ni los Knicks parecen estar favoreciendo al jugador para maximizar su ofensiva. Randle tuvo enfrentamientos individuales difíciles a lo largo de las dos rondas, incluyendo a Evan Mobley y Bam Adebayo. En la derrota de los Knicks en el tercer partido contra Miami, Randle solo anotó 3 de 9 tiros cuando Adebayo lo defendía.

El problema de Randle radica en que, frente a estas defensas a las que se enfrenta, los Knicks están haciendo muy poco para generarle tiros fáciles. Su principal fuente de puntos en esta postemporada fue mediante aclarados hasta ahora. La conclusión es que hay una falta de movimiento. Randle se conforma con demasiados tiros sin que la ofensiva fluya, pero New York tampoco busca crear diferentes tipos de oportunidades de tiro para facilitarle las cosas. En este sentido, jugador y equipo deben ser más cerebrales a la hora de jugar para que su interno pueda darles una ventaja en la cancha.