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Este informe puede ser el único que se escriba desde hace un buen tiempo en el que Russell Westbrook no salga como el más perjudicado. Hay otro peor que él. Y explicaremos por qué. Primero, contaremos el caso del bueno de Russell, al que nosotros defendemos desde el punto de vista de creer que él en los Lakers no hizo nada nuevo a lo que hizo siempre, que lo llevamos con una idea equivocada, y que si esperaban que fuera un jugador de rol, le pifiaron al ficharlo. Tan simple como eso. 

Westbrook desequilibró toda la economía de los Lakers, porque además de dar mucho por él a cambio de poco en su canje con Washington, se compraron un enorme problema: su contrato. Westbrook ganó en la 2021/22 44.2 millones de dólares, siendo el cuarto mejor pago de la NBA, detrás de Steph Curry (1), el otro protagonista de este informe (2) y el siempre amadísimo James Harden (3). 

Pero si ese ya era un mal acuerdo de los Lakers, lo peor es que Russell tiene la opción a su favor para extender su contrato por la 2022/23 por 47.1 millones. Con la mano en el corazón, si usted fuera Westbrook, ¿qué haría? Opciones: a) Le digo a los Lakers que no renovaré porque siento en el corazón que les haya ido mal este año, sin poder entrar en los playoffs, y entraré a la agencia libre para que alguien me garpe algo después de este espantoso año. b) Renuevo por 47 palos y vayan a tirarle piedras a la casa a Jeanie Buss. Los que elijan a, pueden enviarnos un mail a [email protected] que se lo reenviaremos automáticamente a Francisco I. Más allá de que Phil Jackson no esté en su mejor momento, por eso él dice que canjearía a LeBron y no a Westbrook. Porque por LeBron puede conseguir muchas cosas buenas a cambio, en cambio por Russell, nada. 

El otro caso es nuestro amigo John Wall. El base, que todavía ni siquiera cumplió 32 años, jugó 72 partidos desde la 2018/19: 32 ese año en Washington y 40 en la 2020/21 en Houston: 0 en la 2019/20 y 0 en la 2021/22. Su contrato se extendió en el 2019 por 4 años a razón de 38.2 en la 2019/20 (que no jugó), 41.2 en la 2020/21, 44.3 en la 2021/22 (que no jugó) y 47.4 en la 2022/23, que en realidad es una opción a su favor. 

Mismo caso que Russell, en cuanto a montos y opciones, pero con la diferencia, a favor de Westbrook, de que Wall, si medimos todales, jugó menos de una temporada completa de las últimas cuatro. Lo de Wall en Houston es de novela de Netflix. A Washington no se le puede endilgar haberle extendido el contrato en el 2017, porque en ese entonces era su jugador estrella. Después coincidió que su primer año del nuevo acuerdo (2019/20), fue justo cuando se rompió el Aquiles. 

Ahora, lo de Houston fue increíble, por eso cuando ahora todos dicen nadie va a tomar el contrato de Westbrook en un canje, ojo, porque siempre hay un loco cerca. Houston, para contentar a Harden, se deshizo de Westbrook y lo mandó a Washington... ¡a cambio de un Wall roto! Ok, en la 2020/21 (el canje fue el 2 de diciembre del 2020), Wall jugó 40 partidos, pero en la 2021/22 le dijeron que no juegue, porque tenían otro plan para el equipo.

A ver si se entiende. Houston le dijo a John Wall, que iba a cobrar 44.3 millones de dólares (más del doble que el segundo, Eric Gordon -18.2 millones-), que no iba a jugar en todo el año, porque no entraba en los planes. Pero lo peor no es eso. Si bien durante la temporada varias veces se dijo que ambas partes se reunirían para acordar la salida de Wall para la 2022/23, aparentemente Wall va a optar por quedarse con el convenio que le dará casi medio centenar de palos verdes para la próxima temporada. ¿Logrará luego Houston convencerlo para negociar un buyout? New Orleans, dicen, querría a Wall de base suplente. Obviamente no para pagarlo 47 millones, pero podría verse beneficiado por toda esta locura inentendible. Si Wall hace un buyout, de todos modos, sus novias serán varias, porque, según dicen, físicamente está totalmente recuperado.