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Facundo Campazzo no está pasando por un momento idóneo en Denver. La frase que resuena en las redes sociales con frecuencia. Twitter, Facebook, Instagram, los diarios en papel y también los digitales… La comunicación en el básquet argentino está oligopolizada por el presente del cordobés en la NBA y nada parece calmar el debate.

¿Qué está ocurriendo? ¿Quién tiene la culpa? ¿Por qué no está jugando? Las aristas se van desprendiendo como las capas de una cebolla y las conclusiones continúan surgiendo a medida que los minutos para el argentino van esfumándose paulatinamente en el intento.

La Ley de Murphy dice que todo lo que puede salir mal, saldrá mal. Lamentablemente, el paradigma de los Nuggets en el inicio de la temporada fue irregular y, como era de esperarse, los ajustes no tardaron en llegar.

Un técnico rutinario en sus rotaciones como Michael Malone, que con frecuencia, por ejemplo, respeta a rajatabla los minutos en los que deben ingresar los suplentes en cada juego, modificó lo que pudo hasta donde su estilo se lo permitió.

En esa parafernalia uno de los involucrados está siendo Campazzo, que no tuvo un arranque prolífico en cuanto a la anotación y tampoco se mostró al mismo nivel de la temporada pasada en defensa.

Sus 3,2 puntos (26,3% en triples), 1,9 rebotes y 1,6 asistencias en 15,1 minutos presentan un pico de rendimiento inferior al de la campaña anterior y no es el único jugador del equipo que sintió el temblor.

La historia del cordobés en la NBA, sin embargo, indica que la alarma contra incendios todavía no detectó señales de humo y el sentido de emergencia está lejos de ser tal, al contrario de lo que exclaman las voces de la opinión pública.

El primer apunte que justifica la conclusión es que el cordobés también tuvo un arranque muy lento en la campaña regular 2020/21. A excepción de los partidos de 15 y 11 puntos ante Minnesota en diciembre, Facundo promedió apenas 2,0 tantos en 7,3 minutos en ese mes (cuatro juegos) y 4,3 en 13,9 en enero.

Recién en febrero el exjugador de Real Madrid empezó a aumentar sus minutos y, en consecuencia, la relevancia en los Nuggets. Además, entre diciembre y enero anotó apenas 14 de sus 43 intentos de tres y sufrió para adaptarse a la distancia y elevar sus porcentajes.

El segundo apunte, por otro lado, es que Malone tiene una tendencia a reducir la cantidad de minutos de sus dirigidos para provocar reacciones. Cada coach tiene una forma distinta de despertar a sus jugadores y el de Denver parece aplicar esta artimaña.

El caso de Zeke Nnaji es uno de los más recientes. El interno no tuvo una Liga de Verano al nivel que se esperaba y Mike lo mantuvo inactivo en ocho de los 12 encuentros de los Nuggets.

¿Qué pasó? El nacido en Hopkins, Minnesota, tuvo una nueva oportunidad de lucirse en el choque contra Indiana y entró listo para el reto, anotando 19 puntos desde la banca para ofrecer soluciones que la franquicia necesitaba por parte de la segunda unidad.

Lo mismo Austin Rivers, quien directamente no jugó en las dos caídas de Denver contra Memphis y volvió a tener tiempo en cancha el 6 de noviembre frente a Houston. Su rendimiento no fue ideal, pero está consiguiendo nuevas oportunidades, tal y como le pasó a Nnaji. ¿Puede ser lo mismo para Campazzo?

A su vez, un indicador negativo para el exarmador de Peñarol reside en que Denver está cubriendo su nicho a la perfección. La defensa fue el desayuno que le permitió alimentarse a Campazzo en su incremento de minutos la temporada pasada y, al contrario de lo que pasó en esa etapa, los Nuggets vienen siendo uno de los mejores equipos de toda la NBA atrás… sin él impactando en ese costado.

-98,3 puntos recibidos (primero en toda la NBA)
-101,1 rating defensivo (2º NBA)
-44,0% en tiros de campo de los rivales (10º NBA)
-32,0% en lanzamientos de tres de los rivales (6º NBA)
-10,6 unidades en segundas oportunidades (3º NBA)
-En nueve de los 12 partidos el rival no pasó los 100 tantos.

La defensa de los Nuggets cada vez tiene menos grietas y el discreto impacto de Campazzo atrás le cierra una puerta que Facundo supo abrir la campaña pasada. El crecimiento contundente de Nikola Jokic atrás, dominando como marcador en las cortinas directas a través de atrapes, saltos, cambios o caídas, les da a los de Colorado un nivel sólido atrás al que, ahora, el argentino deberá buscar acoplarse.

Por si eso no fuera suficiente, la reducción de minutos del guardia coincidió con el mejor momento de Denver en la temporada, con cuatro victorias consecutivas ante Houston, Miami, Indiana y Atlanta.

Como atrás los de Colorado no sufren mutaciones entre titulares y suplentes por la solidez del sistema, más allá del excelente nivel del serbio, una ramificación del análisis debería poner el ojo en ataque.

¿Qué tan buena está siendo adelante la segunda unidad de Denver sin Campazzo? No una de las mejores… En los últimos cuatro partidos los suplentes de los Nuggets promedian apenas 32,0 puntos para ubicarse en el puesto 19 entre las 30 franquicias de la NBA, mientras que apenas lanzaron un 26,2% en triples (25 de los 30 equipos) y 40,0% de campo (21 de 30).

Entonces, la salida a la luz de Campazzo puede vislumbrarse por diferentes senderos. Acoplarse a la defensa puede llegar a ser lo más accesible, pero continuar anotando con mayor volúmen cuando tenga una nueva chance será trascendental para que vuelva a conseguir meterse en la rotación de Denver.

La temporada es larga y las oportunidades jamás dejan de surgir. No es la primera vez que Facundo se encuentra en una situación complicada. Lucha hay en su mirada y jamás, absolutamente jamás, huyó de una. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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