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Desde la llegada de Luka Doncic a los Dallas Mavericks, el equipo ha estado en constante evolución, buscando rodear al talentoso esloveno con las piezas necesarias para competir al más alto nivel en la NBA. Esta temporada, con la adición de jugadores como P.J. Washington, Daniel Gafford, Derrick Jones Jr. y Dereck Lively II, el equipo ha logrado armar un conjunto sólido y competitivo que ha impresionado a propios y extraños.

La combinación de Doncic e Irving en la cancha ha sido un factor determinante en el éxito de los Mavericks. Irving, un experimentado jugador con gran capacidad de anotación y visión de juego, ha complementado a la perfección el juego de Doncic, brindándole el apoyo necesario en la cancha. Pese a ello la campaña pasada el talento perimetral de ambos no bastó para clasificar a los playoffs. El front office tomó nota y reforzó mucho más el equipo para combatir en la zona.

En la temporada baja llegaron Dereck Lively, un pivote top de Duke, vía draft y Derick Jones Jr que había pasado sin éxito por Phoenix, además de las llegadas de Dante Exum tras una temporada de rebrote en la Euroliga y a Brandon Williams. A mitad de temporada esperando dar un salto aún más importante, traspasaron por PJ Washington y Daniel Gafford. Todo conservando grandes talentos como Tim Hardaway Jr, Jaden Hardy y jugadores experimentados como Kleber y Morris, hoy todos vitales desde el banco.

En el reciente enfrentamiento contra Oklahoma City Thunder, se pudo ver la importancia de estas adiciones en la victoria de los Mavericks. Tanto Washington como Gafford tuvieron un impacto significativo en el juego, demostrando que son piezas clave en la estructura del equipo. Con su contribución, junto con la energía de Jones Jr. y la defensa de Lively II, los Mavericks lograron empatar la serie 1-1, mostrando su capacidad para competir en la postemporada.

La muestra de carácter al eliminar a un equipo de tanto peso como Los Angeles Clippers, ya fue sacarse la mochila para Doncic. La primera excursión del esloveno en semis de Conferencia no es nada fácil. Combatir a los jóvenes 1º del Oeste es una tarea larga y tediosa. El triunfo de anoche por 119-110 puede ser solo un aperitivo de un gran banquete que tiene por delante el recientemente renovado entrenado Kidd si sabe aprovechar todas las piezas de su equipo.