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Glen Davis llegó a la NBA en el momento más idóneo. Temporada 2007/08. Se juntó en Boston uno de los mejores equipos de la década. Paul Pierce era la estrella solitaria y lo alimentaron con Kevin Garnett y Ray Allen. ¿Nada mal no? Big Baby era apenas un novato que transcurría su primera campaña en el profesionalismo y en su debut con las remeras de entrenamiento ya causó impresión... y no en el buen sentido.

"Fue mi primer día jugando al básquet en Boston, y estamos en un picado. Anoto un tiro en suspensión, lo golpeo y lo miro diciendo ´levántate, levantate´, hablando solo. Ticket (Kevin Garnett) respondió gritando ´¿con quién mierda estás hablando?´. Conteste que solo trataba de conseguir mi estilo. '¡A la mierda tu estilo!´, me contestó. ´A la mierda tu estilo´, exclamé yo", contó sin reparos el exjugador en Fubo News.

La cosa no quedó ahí y, de hecho, el excampeón de la NBA esa misma temporada incluso agregó que, si no fuera por su madre, nunca se habría disculpado con Garnett por esa pequeña pelea y tal vez no hubieran construido la relación que tenían.

 
“Estaba hablando con mi mamá y me dijo: ´Andá con él y pedile disculpas, decile que se olvide de lo que pasó´. Entonces, Kevin está desayunando, así que me acerqué un poco a él, como si quisiera que me hablara. Simplemente pasó de largo. Me acerqué más, ya estaba en su casillero, y le explique: 'Hombre, me disculpo. Lo que sea que hice ayer, pensé que se quedaría ahí, pero me disculpo ahora mismo. Garnett aceptó el perdón y me dijo ´sos un buen muchacho´”, concluyó Davis.

Es curioso cómo funcionan las cosas al final. Si hubiera querido, Garnett podría haber pedido el traspaso de Davis en un abrir y cerrar de ojos. Al final de la temporada Big Baby terminó ganándose el respeto de Kevin, que no es poca cosa, y ambos fueron partícipes del anillo de los Celtics en el que derrotaron en la final a los Lakers de Kobe y Pau Gasol.
 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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