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Al unirse a Boston Celtics en el verano de 2007, Kevin Garnett se relacionó de inmediato con las leyendas de la franquicia para pedirle consejo. Bill Russell es quizás la figura más importante de los Celtics con la que desarrolló una relación. Y en una entrevista cara a cara, Russell hizo lo impensable: le ofreció a Garnett uno de sus 11 anillos con una condición.

“Creo que ganarás al menos 2 o 3 campeonatos. Si no lo hacés, te comparto uno de mis anillos. Esto es algo de amistad real de lo que estoy hablando. Si te comprometés, vendrán. No tenés idea de lo orgulloso que estoy”, dijo Russell en la charla, que fue televisada para la cadena de ESPN. 

Como todos sabemos la historia, Russell no tuvo que darle uno de sus anillos,  Garnett ganó un anillo él solo. "Yo tengo el mío. Espero haberte hecho sentir orgulloso”, le dijo Garnett a Russell luego de aquel título.

Sin embargo el pronóstico de Russell, donde predijo que KG ganaría múltiples anillos, no se cumplió. Orlando, dirigido por Dwight Howard, ascendió rápidamente a la cima. Los Lakers de Kobe también se vengaron en las Finales ante Boston. Y cuando LeBron James llegó a Miami, se cortó la esperanza de los Celtics de representar al Este en las Finales de la NBA.