Eurobasket

Mateusz Ponitka, contra viento y marea

17:41 15/09/2022 | El seleccionado polaco es la mayor sorpresa del Eurobasket, apoyado en la figura de su capitán, quien además de alcanzar récords, también responde a problemas personales muy profundos.

Mateusz Ponitka, atendió varios frentes fuera de la cancha antes de ser figura en el Eurobasket (Foto: FIBA)

"No todo es color de rosa", se dice siempre en un refrán popular para marcar a aquellas cuestiones que son de un tenor gris oscuro, dentro de un presente exitoso. En la jornada de ayer, Mateusz Ponitka llevó de la mano a su selección, Polonia, a meterse por primera vez entre los cuatro mejores de Europa.

Mateuz se robó la escena en el duelo de cuartos de final ante Eslovenia y hasta dejó en un segundo plano a Luka Doncic con un triple doble de 26 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias. Esta proeza solo se había logrado en dos ocasiones previas en toda la historia de la competencia europea y fue una actuación de esas que te ponen en el mapa y hasta algún scouter de la NBA debería estar preguntando por él.

 

Pero para llegar a este presente de ensueño, Ponitka debió atravesar diferentes controversias que lo pusieron en primera plana. La primera fue una lesión fortuita que puso en riesgo su vida, luego su salida muy criticada del Zenit por su apego más a lo económico que a la empatía por decirle no a la guerra y la tercera, la disputa familiar ante padres y hermano que lo pusieron como el villano de la película. 

Un golpe, un dolor y el mayor riesgo de su vida

En cualquier deporte de contacto, los golpes en el rostro son los que se llaman gajes del oficio, de lo que nadie está exento. A principios del 2022, Ponitka durante un entrenamiento con su equipo de entonces, Zenit, recibió un fuerte golpe en su nariz para lo cual además de mucho sangrado e inflamación tuvo que dirigirse al hospital para cerciorarse de que no hubiera nada roto. En el nosocomio lo informaron de que estaba todo bien, que solo fue una fuerte contusión, pero nada óseo por lo que debía descansar y estar listo para el juego del siguiente día frente al Efes por la Euroliga. 

"Jugué contra Efes y no recuerdo nada de ese partido. No quiero señalar a nadie porque se cometieron muchos errores", recordó en una charla con Basket News. Aquel apresuramiento para volver por considerar que solo fue un golpe derivó en un vuelo de pesadilla hacía España, para enfrentar al Baskonia con sangrado todo el tiempo.

Entonces, con el problema avanzado, escuchó lo peor: "Mi área nasal estaba hinchada, no podía respirar y no dormí durante un par de noches. Luego me dijeron que me tenían que operar y cuando estaba en el quirófano, la doctora me dijo: 'escuchá, estás con tu esposa aquí. Te lo diré directamente, durante las próximas tres horas, es posible que tengas una infección completa  en la nariz que está cerca del cerebro. Cuando empiece la sepsis, te estarás muriendo. En dos o tres días, puedes terminar muerto'. Esas fueron sus palabras, no las mías", reveló.

La intervención fue un éxito y a las dos o tres semanas ya estaba listo para regresar pero, primero el Covid y luego la guerra, pusieron un freno a una historia que no terminó del todo bien.

Esa maldita guerra y un gris que dejó mal parado a Ponitka.

La guerra entre rusos y ucranianos se desató cuando todo parecía que quedaba en amenazas y con ello comenzaron las restricciones deportivas para todos los clubes rusos con expulsiones de competencias internacionales y por ejemplo en el fútbol, aquellos jugadores con contrato vigente en clubes pertenecientes a Rusia, contaban con el aval de FIFA para conseguir la libertad de acción yterminar la temporada en otro sitio. Pero claro en el básquet, FIBA no se pronunció y allí todo dependía del jugador. "La guerra siempre es un tema difícil, Rusia es un país grande y no va a desaparecer. Cuando tuve la libertad de dejar el Zenit no me escondí. En mi situación tuve el apoyo de la selección nacional, pero he escuchado malas palabras de algunas personas en Polonia", recordó el capitán polaco.

Y una de esas personas fue Marcin Gortat, la leyenda polaca con paso furtivo en la NBA, el que salió a acusarlo en redes sociales. El ex Wizards tildó a Ponitka de individualista por su reacción de retornar al Zenit con la guerra desatada y prestarse a que el club ponga una foto suya con la leyenda 'volviendo a casa', lo que hizo que Gortat arremeta y expresara "es triste que sea el capitán de nuestras seleccionado".

"Yo no ataco a nadie, no busco conflictos. Pero cuando alguien me ataca, tengo derecho a defenderme", había expresado como preludio a su defensa y explicación del asunto: "Eso que hizo Marcin Gortat, es lo mismo que hizo mi hermano. Si eres un jugador de baloncesto y no entiendes que hay diferentes situaciones y estás hablando en redes sociales sin siquiera intentar un acercamiento conmigo, entonces algo anda mal contigo".

La falta de decisión de FIBA con respecto a los contratos de los jugadores en clubes rusos, lo puso en aprietos a Ponitka, quien finalmente salió del Zenit, donde era el capitán y optó por poner el freno a su carrera por dos tres meses hasta que se aclarara su cabeza.

El momento de selección y una discordia familiar que salió a la luz 

Polonia viene teniendo una franca levantada a nivel selección, desde el Mundial de China 2019 es una de las mejores selecciones en Europa en relación a un segundo pelotón, detrás de las potencias.

Una de las razones para explicar este buen presente es Mateusz Ponitka, quien juega en el equipo nacional desde hace diez años y es de los jugadores de marcada trayectoria en la esquadra de Igor Milicic.

El rispido entramado familiar de los Ponitka salió a luz cuando, Marcel, hermano menor de Mateusz, expresó a viva voz que no estaba en los planes de la selección polaca porque su hermano no lo quería ("Mateusz no me acepta en el equipo y no ve ninguna posibilidad de trabajar conmigo en el éxito de la selección").

Aquello dichos sonaron fuerte en las entrañas del seleccionado y el capitán no tuvo remedio que responder, en un nuevo capítulo de "si me atacan, respondo". Mateusz se sinceró y fue al hueso para dar su versión y expuso: "Marcel y sus padres (los llama así, aunque también son los suyos) continuamente se ponen en victimas. Yo me fui con mi propia vida a los 19 años y desde ese entonces, mi esposa y yo fuimos insultados constantemente por mis padres, y luego Marcel su unió a ellos".

"Si crees que estoy eligiendo quien juega y quien no en la selección, muestrame las pruebas de que lo estoy haciendo", agregó y puso punto final a la convocatoria de su hermano de manera tajante: "A estas alturas no hay forma de acabar con el conflicto y no me imagino jugando con él en el mismo equipo. Si el entrenador considera que Marcel será más útil, con mucho gusto le cederé mi lugar en el equipo".

Su manera de pensar, su firmeza en sus decisiones cuando chico lo marcaron para siempre y así tenga que perder la relación por siempre con su familia, Mateusz Ponitka puso todo para volver a sentirse bien en una cancha de baloncesto. Tras un 2022 muy tumultuoso, un renacer en Reggio Emilia, en tierras germanas consiguió otra redención para su país con un triple doble que es historia y que hizo historia para Polonia, quien por primera vez podrá presumir que está entre los cuatro mejores de Europa y el cuento comenzará relatándose con un tarea titánica de su capitán, aquel pelea todos los frentes, en la cancha como en la vida y viceversa.

 

Mauro Osores / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @osoresmauro

Fuente: 
Basket News

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