Historias

La Rioja: 17 años, juventud y una lesión insólita para Manu

10:03 10/04/2022 | Su etapa en Andino marcó el inicio de su carrera profesional de la mano del Huevo Sánchez. Era una joven promesa, con mucha energía, pero un perro lo frenó por un ratito.

Manu Ginóbili dejó su huella en La Rioja (Foto Manu: El Gráfico)

La historia de Manu Ginóbili en La Rioja, jugando para Andino, tiene un halo mágico debido a que no hay tantos documentos filmográficos de su estadía allí y mucho menos de sus andanzas en el día a día. A decir verdad, andanzas no sería la palabra indicada, puesto que el bahiense fue allá a jugar y progresar, pensando únicamente en su objetivo, triunfar en el baloncesto.

Enrique Rodríguez, hoy entrenador de Rioja Juniors, fue compañero de Manu en aquel Andino dirigido por Huevo Sánchez y que tenía muchos jóvenes con talento como Gabriel Riofrío, Daniel Farabello y Hernán Jasen, entre otros. Además de ser jugador de la plantilla, Rodríguez, era hermano del médico del equipo y de primera mano recuerda la vez que Manu se perdió uno o dos partidos (no lo recuerda bien) por un accidente con un perro.

Foto: Enrique Rodríguez jugando para Andino ante la marca de Byron Wilson

“Manu iba caminando por la plaza principal de La Rioja y había un persona que estaba paseando a su perro con esas correas que son como un cable, que le permiten al animal alejarse un poco más del dueño. Era un perro grande el que estaba paseando, tipo ovejero alemán y por un momento se desbocó como un caballo y empezó a correr. Justo Manu iba cruzando la plaza, yendo a Casa Tía, y no va que se engancha con el cable de la correa a la altura de la rodilla y le quema la piel, lo raspa y no pudo jugar un partido o dos por eso”, recordó

“Mi hermano en ese entonces era el médico del plantel y además era muy jocoso lo bromeaba a Manu diciéndole ‘que me vengas a decirme que te lastimaste en un choque, que caíste mal, te lo tomo, pero no puedo decir que te lastimaste porque un perro se desbocó y te quemó la parte de atrás de la rodilla, no es serio’”, añadió entre risas sobre aquella historia del perro desbocado lesionando al futuro Hall of Fame.

Para cerrar en la charla con Picana (así le dicen en su provincia) y fuera de historias o anécdotas risueñas, Enrique contó lo que él vio de Ginóbili y cómo se tomaba el hecho de ser un profesional y como con pequeñas cosas mostraba que su meta era trascender y, como dijo alguna vez, llegar a la NBA.

“Manu es un tipo increíble a que a mí me maravillaba con 17 años. Ya se veía que si echaba físico se iba a Europa. Si iba a un boliche, lo hacía un ratito, se acostaba temprano porque tenía que entrenar al otro día, vivía estudiando inglés porque decía que iba a llegar a la NBA, leía muchos libros, era un tipo con una mente distinta. Es un orgullo para nosotros que un tipo que hoy llegó al Salón de la Fama, haya estado jugando en nuestra provincia y compartido una pequeña etapa de su vida en La Rioja, es un orgullo que llevamos todo los riojanos”.

Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @osoresmauro

 

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