Informe

Seis jóvenes de la Liga Nacional con condiciones para dar el salto a Europa

17:18 08/12/2021 | Gramajo, Baralle, Solanas, Orresta, Barreiro y Flor, los protagonistas. Una revisión a los candidatos a emigrar por oficio, calidad y talento.

Gramajo, Baralle, Solanas, Orresta, Barreiro y Flor (Foto: La Liga Contenidos)

La Liga Nacional siempre fue una fábrica de jugadores. Manu Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Walter Herrmann… Ahora Facundo Campazzo, Nicolás Laprovittola, Gabriel Deck y Leandro Bolmaro, entre otros. Muchos jugadores pasaron, algunos emigraron y hoy compiten en las mejores ligas del universo.

En la actualidad los puestos de guardias y alas vienen siendo los de mayor proyección en el país y si se tienen en cuenta los jugadores argentinos de 28 años o menos, diferentes y variados son los envases que se encuentran en condiciones de dar el salto a otros torneos, especialmente a Europa. Estos son los seis principales.

6) Iván Gramajo (25 años y 1,93 metros, de Quimsa de Santiago del Estero)
Quimsa está en la cima de la Liga Nacional y el tucumano viene siendo uno de los puntos más importantes del plantel. Está promediando 15,0 tantos esta temporada, con un excelso 45,5% en sus tiros de tres y su proyección está a la hora del día, sobre todo porque no es solo un gran lanzador, sino que puede poner la pelota en el piso y generar para el resto (2,6 asistencias). 

 

 

5) Franco Baralle (22 años y 1,85 metros, de Quimsa de Santiago del Estero)
El zurdo tuvo sus minutos en las primeras ventanas del seleccionado argentino del Che García y su molde de especialista anotador es perfecto para lo que demanda el básquet internacional, a pesar de que su talla no sea la ideal. Sí posee una gran envergadura y en esta campaña de la Liga se fue hasta los 16,5 puntos por juego, con una sólida media del 44,4% en triples que lo vuelven letal desde el dribling. Sabe atacar desde el pick and roll y todavía debe trabajar en sus idas al aro. 

 

 

4) Matías Solanas (22 años y 1,93 metros, de San Martín de Corrientes)
Lo del entrerriano ya dejó de ser sorpresa la temporada pasada. Año a año fue subiendo sus promedios anotadores y actualmente convierte 15,6 puntos por encuentro que significan la máxima de su carrera en el certamen. Viene lanzando un 42,9% en triples, pero su verdadero potencial es lo que creció a la hora de producir en el pick and roll, llegando al aro con variantes (con contacto, flotadoras, bandejas con ambas manos…) o detectando a sus compañeros abiertos para los triples o las caídas. Tiene talla y una ética de alimentación correcta que le permitirá seguir ganando agilidad con los años.

 

 

3) Sebastián Orresta (28 años y 1,88 metros, de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia)
Uno de los más veteranos entre los imberbes, quien posee una combinación de altura y capacidad para ocupar múltiples posiciones en defensa que valen oro en el básquet actual. Además, ofensivamente sabe anotar (12,0 puntos por juego en la Liga 2021/22) y cuida el balón extremadamente bien, ya que posee un ratio de asistencias/pérdidas (la cantidad de entregas que realiza en comparación con las pelotas que malogra) que significa el segundo mejor del equipo con 2,2 solo por detrás de Diego Romero (2,5). De acuerdo a los datos y lo analizado en la cancha, el base más completo del torneo por su impacto en ambos costados.

 

 

2) Pipi Barreiro (22 años y 2,03 metros, de Gimnasia de Comodoro Rivadavia)
Pipi se fue y volvió, pero está listo para emigrar de nuevo. Todavía necesita continuar trabajando en su lanzamiento de tres (algo que está haciendo), pero su 35,0% en el apartado hasta el momento dan muestras actuales de la mejoría que viene teniendo. Lo otro es redundante. Envergadura, disrupción física, buena lectura para correr la cancha y una insistencia a la hora de cargar el rebote ofensivo que le da la chance de promediar casi un doble doble con 9,8 puntos y 7,5 rebotes.

 

 

1) Eric Flor (28 años y 1,85 metros, de Riachuelo de La Rioja)
Justo cuando la Liga comenzaba a quedarle chica se rompió el tendón de Aquiles. Lamentablemente esa situación cortó con su deseo de dar el salto a Europa, aunque eso podría realizarse cuando vuelva al cuadrilátero de juego. De momento, dejó en claro lo que puede hacer. 18,0 puntos, 4,7 rebotes y 2,5 asistencias en los cuatro encuentros que disputó en el torneo, con 34,5% en triples y un dominio abismal en un equipo que le entregó las llaves de la ofensiva. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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