Las verdaderas razones de un traspaso histórico: cuando Kareem llegó a los Lakers
23:25 07/07/2022 | El pivote era la gran figura de Milwaukee, habiendo ganado un título hasta que un día dijo no va más y solicitó el traspaso.
Desde su etapa juvenil en Power Memorial de Nueva York, se sabía que Lewis Acindor Jr o más conocido como Kareem Abdul-Jabbar era un unicornio para la NBA, un jugador fuera de lo común que cualquier franquicia hubiese deseado tener. Milwaukee fue quien sacó el uno en la lotería de 1969 y obtuvo lo mejor de él durante los primeros seis años del pivote en la NBA.
Consiguió un título en su segundo año en la franquicia de Wisconsin, pero luego no pudo llegar a una nueva final de la NBA con los Bucks. El retiro de Oscar Robertson lo dejó un poco rengo como para pelear bien fuerte por el título, por eso que el traspaso parecía venirse, puesto que Kareem quería ganar más títulos y en Milwaukee se estaba estancando esa posibilidad.
No obstante, el propio Abdul-Jabbar comentó tiempo después que fue lo que motivó a salir de Wisconsin, a pesar del gran idilio que tenía con la gente y la organización, a la cual el propio jugador ponderó una y otra vez por el gran trato recibido. “Mi salida de Milwaukee fue por diferencias culturales. Con esto quiero decir que ahí no tenía familiares ni amigos. Las cosas con las que me relaciono no estaban en esta ciudad en ningún grado significativo. Culturalmente lo que soy y lo que es Milwaukee son dos cosas diferentes. La razón por la que no he comentado esto en su tiempo fue porque no quise criticar a Milwaukee o a la gente de aquí y hacer que piensen que no son dignos de mí. Definitivamente de eso no se trataba”, comentó Kareem en una nota para Los Ángeles Times.
“No tengo sentimientos desagradables hacía la gente de Wisconsin, quiero subrayar eso. Pero mi familia y amigos no estaban ahí y culturalmente lo que me gusta, allí no existía. Mi estadía con la franquicia ha sido excelente, al igual que el personal del equipo, no tengo ninguna queja al respecto”, agregó
En aquel entonces con seis años en la liga, siendo goleador y un faro ofensivo, todos los equipos hubieran querido tenerlo, pero el pivote tenía tres preferidos, los Knicks de su ciudad natal, Washington Bullets y como tercera opción los Lakers.
Finalmente fueron los Lakers los que se hicieron de sus servicios en 1975 y fueron 13 hermosas temporadas para Kareem, quien ganó cinco títulos más en su cuenta personal y formó junto a Magic Johnson una de las duplas más prolíficas de la historia de la NBA.
A veces las ciudades no llenan al jugador, sabiendo que en la NBA vas adonde te toca en primer turno antes de elegir. Siendo rookie debes adaptarte si o sí, para poder progresar y mucho más si sos una estrella antes de jugar como lo era Abdul Jabbar. Así lo hizo por seis temporadas con los Bucks, dándole el anteúltimo título de su historia, hasta el del año pasado, pero cuando la efervescencia pasó y el jugador creció, las pretensiones fueron otras y un hombre pensante, con la mente abierta, estaba más a gusto en una ciudad como LA, donde lo cosmopolita es más normal y la relajación mental se respira por los poros. Los Ángeles, la ciudad que desde 1975, también pasó a llamarse la ciudad donde brilló Kareem Abdul-Jabbar, el mejor anotador de todos los tiempos NBA, una medalla a la medida del marketing que tiene LA, la ciudad soñada en el estado de California.
