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Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Básquet (FEB), salió al quiebre de Minnesota luego de que la franquicia se negase a firmar el alta médica para que Juancho Hernangómez pudiera disputar los Juegos Olímpicos, ya recuperado de su lesión en el hombro.

“No es un tema estrictamente deportivo. No tenemos ningún problema con los Minnesota Timberwolves. Es un problema de personas que han decidido de forma personal, no personal médico, que Juancho no podía jugar. Hablo de su presidente de operaciones (Gersson Rosas)”, empezó diciendo el exinterno en un comunicado de la FEB.

“Justo en el límite del cierre de las inscripciones de los jugadores que participarán en estos Juegos Olímpicos, nos hemos visto en la obligación de sustituir a Juancho Hernangómez por Xabi López-Aróstegui. Los hechos son claros y admiten pocas interpretaciones: Minnesota Timberwolves, la franquicia a la que pertenecen los derechos deportivos de Juancho Hernangómez nos comunicó oficialmente el pasado 23 de julio, es decir, anteayer, que no autorizaba al jugador a participar en los Juegos Olímpicos. Como todos sabrán, Juancho Hernangómez ya se encontraba en ese momento entre los 12 jugadores que la Selección Española había desplazado hasta Tokio, tras haber obtenido en la jornada previa a la del viaje el visto bueno médico de los médicos y fisioterapeutas de Minnesota Timberwolves”, siguió el dirigente.

Además, declaró cuál es el estado del basquetbolista: “Juancho está sano. Y Juancho quiere disputar estos Juegos Olímpicos. Pero no podrá hacerlo porque el criterio unilateral de Minnesota Timberwolves se lo va a impedir. Y permitidme que insista en este tema: si por un único instante Juancho o los médicos que le tratan nos hubieran manifestado una sola duda sobre la conveniencia de su viaje a Tokio, no habría tomado ese vuelo a Japón. Es más, incluso si una vez allí la más mínima molestia diera pábulo a las dudas, como Presidente de la FEB, yo mismo habría tomado la decisión de hacerle regresar de Japón. Pero resulta que no es así, y que no lo ha sido para los médicos y fisioterapeutas que le han venido tratando desde el pasado 8 de julio. Como demostrará la cronología de los hechos, no existe la más mínima duda de que el criterio que ha seguido Minnesota Timberwolves puede ser calificado de empresarial, o incluso de político, pero nunca de médico”.