Basquetplus.com

En su relación de entrenador-jugador de 19 años, Tim Duncan y Gregg Popovich ganaron cinco títulos y la inmortalidad en los libros de historia. Para ello, las dos leyendas de San Antonio Spurs compartieron varios momentos emotivos. Uno de ellos fue un ritual de cada partido de visitante que muy pocos conocían hasta el momento.

Según lo relatado por San Antonio Express-News, Popovich y su personal comían en un restaurante cada vez que los Spurs estaban de gira. Antes de irse, Popovich pedía una 'carrot cake' para llevar. Sin embargo, dejaba el postre en la puerta de la habitación de hotel de Duncan, sabiendo que a Tim le encantaba. Aquello era un símbolo de que su relación era más grande que el deporte. Fue un acto de amistad y agradecimiento. Lamentablemente, este fue uno de los rituales que Popovich tuvo que desaprender tras el retiro de Duncan.

El antiguo asistente de Popovich, Brett Brown, reiteró cuánto extrañaría el entrenador la presencia de Duncan. Según Brown, perder a Duncan por su retiro se sintió como cuando dejó a su hija en la universidad. Popovich estuvo de acuerdo con esta analogía incluso, lo que relata lo cercanos que siempre fueron.