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Oklahoma City Thunder no tuvo muchas chances ante Golden State, a decir verdad desde el tercer cuarto que el partido se transformó en trámite y solo los Lakers pueden seguir ostentando ese récord negativo de que OKC les remonte una desventaja de 26 puntos.

No obstante con el juego definido, en el último cuarto, Mark Daigneault mandó a la cancha al fondo de la banca y allí está aún Gabriel Deck. El santiagueño no dice nada, juega callado y poco muestra su expresión cuando está en la cancha más que concentración e intentar ganar su pelea mental, puesto que Deck siempre ha sido un jugador con protagonismo donde fue y en estos momentos es poco tenido en cuenta por el entrenador que se decide por otras opciones.

La casi tercera alineación del equipo metió un parcial de 16-4 en los último seis minutos, justamente en el momento que entró el argentino y siendo más precisos, fue un 11-1 para cerrar el juego, con nueve de esos once del ex Quimsa, quien tuvo una planilla perfecta con 2/2 dobles, 1/1 triples y 2/2 libres. Esta cuestión en el cierre no fue pasada por alto por Daigneault y expresó: “Algunos de esos chicos no habían jugado hasta ese momento y fue muy bueno lo que hicieron. Esta es la forma en la que te mantienes preparado, la forma en que te mantienes alerta y la forma en que generas confianza con tu equipo es saliendo y jugando de la manera correcta independientemente de las circunstancias”

Sobre esos minutos finales, donde muchos los denominan “basuras” cuando un juego está definido, el coach analizó: “Solo obtienes 48 minutos, solo obtienes 82 partidos y no queremos desperdiciar ninguno de ellos, especialmente con un equipo en crecimiento. Todas esas son oportunidades que se adaptan a esos muchachos en este trabajo”