Entrevista

Facundo Petracci y dirigir en Aleppo, la ciudad siria destrozada por la guerra

19:52 22/12/2022 | El bahiense se fue hace tres meses a un lugar que conocía, pero antes de la irrupción del ISIS. Hoy es una ciudad arruinada, donde jugar al básquet es casi un milagro.

Aleppo en su estado tras la guerra, y Facundo Petracci dirigiendo

Jugar al básquet o dirigirlo en el exterior puede significar mil cosas distintas. Vivencias muy diferentes. Aún los que han ido mucho últimamente a Islandia, por poner un país algo exótico para los argentinos, se encontraron con un mundo similar al suyo, pero con un clima feroz y una naturaleza totalmente distinta a la que aclimatarse. Pero el resto era similar. 

Lo que pasa con Facundo Petracci es muy distinto. El bahiense fue directivo de la CABB durante varios años, pero decidió volver a su trabajo y pasión real, que es ser entrenador, tomó las valijas y aceptó la oferta de un club que ya conocía, por haberlo dirigido en el 2008 y 2011: Al Ahli, en Aleppo, Siria. Claro que, 11 años después, muchas cosas habían pasado. Sobre todo, una tremenda guerra contra el ISIS, donde la ciudad (la más poblada de Siria), fue destrozada por las bombas. Lo llamamos a Facundo para charlar sobre esta experiencia distinta. 

-¿Cómo decidiste volver a Siria?
. Yo en el 2008 dirigí a este equipo. Después estuve un año en Gimnasia La Plata, después fui al Líbano y después, en el 2011, firmé dos años con este club, pero justo empezó la guerra y no volví más. En el 2012 entré en la CAB y fueron casi 12 años ahí, en otro rol. Y todos los años me llamaban igual. Y cuando empezó a aflojar lo de la guerra, insistieron. Entonces, cuando en agosto de este año me echaron de la Confederación, justo me llamaron, yo estaba sin laburo y como necesitaba engancharme de nuevo en lo mío, me subí rápido. Es especial, porque el general manager del equipo fue jugador mío. Y tenía buen recuerdo de mí. Tanto tiempo sin dirigir no era fácil que otro equipo se fijara en mí. Pero no me costó mucho volver al ruedo. 

- Lo que imagino es que estás en otro país del que conociste.
. Totalmente. Ahora, por ejemplo, Siria está viviendo una crisis energética tremenda. Tengo dos horas por días luz para entrenarme. Y el bloqueo que se le hace al país hace que, por ejemplo, ahora no haya combustible. Entonces los chicos no pueden venir a entrenarse por las suyas. El club puso un colectivo que los pasa a buscar a cada uno por su casa y después los lleva de vuelta. Es complicado, pero es la que toca. A pesar de todo, estamos entrenando mucho y bien, pero el contexto no es fácil. Hay mucha pobreza, mucha escasez de recursos. Pero vamos para adelante. 

- Además Aleppo es de las ciudades que más sufrió la guerra. 
. El casco histórico está totalmente destrozado. Donde estaba el famoso mercado y la ciudad antigua no quedó nada. Aleppo era una ciudad con mucho atractivo desde la parte histórica. Aparte, eran 5 millones y quedaron 3,5 millones, entre los que se fueron y los que murieron en la guerra. Y pese a todo eso sigue siendo la más poblada de Siria. Yo soy bastante curioso con el tema histórico y geopolítico. No vengo solo como entrenador. Hay una parte que Siria perdió durante la guerra, que es la parte Noreste, donde están todos los campos petroleros. Eso quedó en manos de los kurdos, que es una etnia que ocupa parte de Iraq, para de Siria y parte de Turquía. Es cerca de acá. Los kurdos fueron los principales en contra de ISIS, pero enfrentados con los sirios. Entonces había multiplicidad de batallas. Ahora esa zona la controlan los kurdos, pero sigue siendo Siria. Y están apoyados por Estados Unidos. La semana pasada hubo algunas escaramuzas en la frontera con Turquía. No es una región sencilla. Igual, yo no me puedo quejar. Vivo en un hotel lindo, estoy bien. 

-¿Antes de ir lo pensaste mucho?
. Hablé con mucha gente que estaban acá, exjugadores míos que migraron, y todos me dijeron que estaba seguro acá y en las zonas donde nos movemos. De hecho en estos tres meses nunca pasó nada. 

-¿Y estás jugando o preparándote para el torneo?
. Cuando llegué al poco tiempo fui a Kuwait a dirigir al equipo en el Arab Championship, donde están los mejores del mundo árabe. Con equipos de Egipto, Libia, Kuwait, Siria, Emiratos Árabes e Iraq. Después a los 15 días jugamos en Damasco la Supercup donde llegamos a la final, pero la definición fue complicada, porque empezaron a tirar proyectiles. Estuvo picante. Se suspendió por los piedrazos, retiré el equipo y cuando volvimos le estaban dando la Copa al equipo local. 

- Es raro que haya ese tipo de violencia en los países árabes. 
. Mirá, noté que la gente después de la guerra está mucho más irascible, menos tolerante. En las hinchadas está todo mucho más agresivo el tema. No era así. Calculo que son consecuencias de la guerra también. 

-¿Y en lo deportivo cómo venís?
. Ya empezó la Liga, ganamos los dos primeros partidos, pero se suspendió por el tema energético. Son 12 equipos en la División I. Se viaja en colectivo, porque las distancias son cortas. La más larga es de Aleppo a Damasco, que no llega a 400 kilómetros. 

-¿Y lo estás disfrutando?
. Estoy disfrutando mucho estar en contacto con el equipo, porque soy entrenador. Ocupé cargos de gestión, incluso en FIBA, pero el lugar que más disfruto es el de ser entrenador. Entonces esta posiblidad de poder estar en la situación de crear, me gusta. Estoy contento. Si me preguntás si el contexto es el mejor te digo que no, y el lugar tampoco. Y extraño mucho a mi familia, porque en el 2008 yo era soltero y ahora tengo dos hijos chicos y una esposa. Y si pasa algo no me puedo tomar un avión y estar allá en dos horas. Además, antes yo también hacía mucho turismo porque la zona tiene un montón de lugares muy importantes, como Palmira, pero ahora me dicen que no son seguros, entonces me quedo acá siempre. Esta zona tiene pasado romano, persa, etc, con una historia tremenda, pero hoy, salvo corredores seguros, no me salgo de ahí. Hoy voy del hotel a la cancha y de la cancha al hotel. Por suerte hice muchos amigos en el 2008 y tengo mis salidas a comer, a charlar. Una vida normal. Pero fuera de lo profesional hay poco margen. 

-¿Hasta cuándo tenés contrato?
. Hay dos competencias, la internacional con bastante exposición en todo Medio Oriente, que fue medio la zanahoria para tomar este laburo. El 29 viajo a Irán para un partido en Teherán, el 6 de enero se retoma la Liga local y el 11 tengo partido en Beirut con el campeón local. Después viajo a Jordania y vuelvo acá. Esta Liga es una liga nueva que tomaron todos los equipos de Medio Oriente, que se dividieron en dos zonas. La del Golfo y la del Este: Líbano, Jordania, Irán, Iraq. Hay dos grupos de 12 y los ganadores juegan después se juntan con los de la East Asia Superleague, donde hay equipos del Sudeste asiático: Indonesia, Filipinas, etc. De los ganadores, uno se clasifica para la Intercontinental. Este sería el torneo paralelo que hace FIBA para generar competencia de clubes en esta zona. 

-¿El equipo qué onda?
. Por razones económicas perdimos a los dos jugadores más importantes, que se fueron a otro club. Y estoy esperando a los dos americanos, que son clave. Recién llegaron los dos. Ninguno jugó en Argentina. Traje un base bastante joven que estaba jugando la NBL en Estados Unidos y un pivote que jugó en Venezuela y viene de Canadá. 

-¿Cómo es el tema salarial, se paga bien?
. El pivote gana 9.000 dólares y el base 4.500, así que bastante bien. 

- Para los norteamericanos no debe ser fácil aceptar ir a Siria. 
. Para jugar el torneo de Damasco hice una lista de 10 perimetrales y 7 internos y la mitad directamente no aceptó venir. Tuvimos que traer a un croata porque era el único disponible para llegar a tiempo, que jugó con Victoriano en Estudiantes de Concordia. 

-¿Es un mercado a tener en cuenta para los argentinos?
. Hoy no, antes sí. Me sirvió para cambiar el chip, pero eso. La región para hacer pie es el Golfo, donde hay otros salarios y otra situación: Kuwait, Emiratos, Arabia Saudita. Hubo algunos argentinos ahí: Néstor García, el Loro Maffei. Lo que tengo claro yo es que no puedo tener la misma vida itinerante de antes. Necesito algo más estable y que me permita estar cerca de mi familia. Lo tomo como el tránsito hacia otra cosa. Algún proyecto de esto o de gestión. Estoy laburando varias cosas en mi cabeza, pero seguramente será más cerca de mi casa. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

 

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