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Facundo Campazzo fue uno de los jugadores más determinantes en su estancia en el básquet nacional. En sus seis años en Peñarol de Mar del Plata ganó cuatro ligas nacionales, una Liga de la Américas, tres Súper 8, y fue elegido MVP de distintos torneos y finales, pero a pesar de eso fue una sorpresa que el mejor equipo de Europa se fijara en él.

Tras llegar al Real Madrid en mitad del 2014 y disputar pocos partidos en el club merengue, Facu sufrió una lesión en su tobillo izquierdo que lo alejó de las canchas el resto del año. Cuando se recuperó no era tenido en cuenta por Pablo Laso, el DT del equipo blanco, así que se fue cedido al UCAM Murcia. Allí, Campazzo se convirtió en uno de los mejores bases de la liga haciendo que su equipo participe por primera vez en un torneo internacional.

Luego de dos años en Murcia y haber sido elegido en el segundo quinteto ideal de la Liga Endesa, volvió al Real Madrid, donde pasó a tener más relevancia hasta llegar a ser titular. La etapa del regreso al club más laureado en la historia del básquet español la conocen todos. Títulos y más títulos hasta convertirse en el mejor jugador del continente europeo y, por qué no en un futuro, de los más importantes de la NBA.