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En el inicio del Campeonato Europeo FIBA U18, dos equipos protagonizaron una protesta inusual debido a las peligrosas condiciones de juego en una de las canchas. El enfrentamiento del Grupo B entre Polonia y Turquía se vio afectado por las adversas condiciones en el Mika Antic Sports Hall en Nis, Serbia.

Con solo cinco minutos restantes en el último cuarto, ambas escuadras decidieron tomar una postura en contra de las condiciones del lugar. Un fuerte aguacero y la falta de aire acondicionado provocaron que la cancha se volviera muy resbaladiza, ocasionando múltiples resbalones y caídas que resultaron en lesiones leves e incluso graves, según lo señalado por Jonathan Givony de ESPN.

La gota que colmó el vaso fue cuando el jugador de Polonia, Jakub Szumert, sufrió una violenta caída durante una jugada rápida. El jugador necesitó atención médica de los profesionales presentes.

A raíz de este incidente, ambos equipos decidieron boicotear el partido y simplemente se limitaron a pasarse el balón durante los últimos cinco minutos sin siquiera intentar realizar un tiro a canasta. La seguridad y bienestar de los jugadores primó en su decisión, demostrando su preocupación por las condiciones peligrosas del lugar.

A pesar de la protesta, el siguiente encuentro en la misma sede entre Suecia y Francia continuó según lo programado. El incidente generó una discusión sobre la importancia de garantizar las condiciones adecuadas para la práctica segura del deporte, especialmente en competiciones internacionales de alto nivel.