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El Barcelona ha logrado encontrar una importante constancia en las últimas etapas de la fase regular en la Euroliga. Tras un inicio de campaña con muchas dudas, lesiones y altibajos, el club blaugrana enderezó el barco y ha logrado una estabilidad clave en el momento más requerido. Gran parte de ello se debe al increíble nivel de Nikola Mirotic. 

Los culés han logrado victorias en 8 de sus últimos 10 partidos por la Euroliga, con apenas dos derrotas consecutivas y un a racha activa de 6 juegos ganados en todas las competencias por el momento. El último mes del montenegrino-español ha sido un lujo y demostró haber vuelto a u mejor estado de forma con, posiblemente, el premio al MVP del mes en vías a su vitrina. Con un récord de 4-2 en marzo para los de Jasikevicius, las actuaciones de Nikola han sido la mejor noticia. 

Luego de 5 meses inactivo por una lesión del Aquiles que dio mucho que hablar, Saras le ha dado rienda suelta a su MVP finalmente (28 minutos por juego de promedio, la mayor marca de su temporada), y Mirotic ha respondido con creces. Mirotic empezó con 28 puntos ante Zalgiris este marzo. Luego, 19  ante el líder Olympiakos y Fenerbahce, pese a las derrotas. Se desquitó con 21 tantos frente a Estrella Roja y la máxima de 26 ante Panathinaikos, para cerrar con 19 puntos ayer ante Partizan. 

Los promedios de Nikola Mirotic en estos 6 encuentros hablan por sí mismos: 22 puntos y 23 de valoración, ambas marcas más altas del mes en la Euroliga para cualquier jugador. El Barcelona, además, ganó 4 de esos 6 encuentros y solidificó su clasificación a los playoffs. La eficiencia de Niko ha sido absoluta en los juegos ganados: 66% de dos y 45% de triple, al nivel del mismo Nikola Jokic, e incluso mejor. 

Con Mirotic en una de las mejores rachas de su carrera, Jasikevicius tiene quizás una de las mejores chances de ganar la Euroliga desde que está en el club. Si bien ha llegado ya a la final ante un poderoso Anadolu Efes, los turcos no parecen una amenaza para entrar a la postemporada. Eso sí, el Olympiakos se ve invencible, pero con esta forma de los culés y su máxima estrella, nada parece imposible.