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Una de las historias más fascinantes de la temporada fue la de Draymond Green golpeando a Jordan Poole. Ya se han ofrecido disculpas y Golden State ha superado el incidente. Sin embargo, no se puede evitar hablar de ello por la magnitud de la polémica y el efecto que ha tenido en la organización.

Green abordó el asunto recientemente y afirmó que sus acciones han afectado su papel como líder de los Warriors. "Ha sido muy diferente, no voy a mentir", dijo el cuatro veces All-Star. "Tuve que volver a trabajar para ser un líder. Simplemente, no podés volverte autoritario con las personas cuando cometiste un error como el que yo cometí. Y lo he entendido. Traté de volver a entrar sigilosamente. Pero creo que ahora está comenzando a tener toda su fuerza".

Desde afuera mirando hacia adentro, la forma en que Green golpeó a un compañero de equipo más joven aparentemente había afectado el desempeño de Golden State en la cancha. El equipo comenzó la campaña 2022-23 con un récord de 3-7 y parecía listo para implosionar. Durante ese tramo, varios problemas habían salido a la luz, incluida la falta de producción de la segunda unidad del equipo y una defensa porosa que permitía a los oponentes anotar 121.4 puntos por partido.

Sin embargo, las cosas han comenzado a cambiar para los campeones, que ahora tienen marca de 14-13 y vencieron incluso a Boston Celtics, líderes de la liga. El entrenador Steve Kerr parece haber encontrado un esquema de rotación efectivo, uno que involucra a Green y Poole jugando juntos por períodos significativos y que está dando resultados.

En la superficie, no han persistido signos de animosidad entre los jugadores. La organización espera que siga así para volver por el título esta temporada. Afortunadamente, Green y Poole han sido profesionales como para convivir con el evento y lograr mantener una relación que, por ahora, muestra señales de mejoría dentro del parquet.