Informe

Los 12 del Oro Panamericano, analizados uno por uno

19:07 05/11/2023 | Cuesta encontrar la figura del equipo, porque la realidad es que, si bien hubo individualidades destacadas, en general el reparto de responsabilidades fue muy equitativo.

Los jugadores argentinos, analizados uno por uno (Getty)

Argentina logró el bicampeonato panamericano en básquetbol masculino y hoy analizamos a los 12 que se calzaron el Oro, más su entrenador, Leandro Ramella. Aquí, un párrafo inicial: Argentina no tuvo un MVP y podríamos decir que tampoco un quinteto ideal marcado, más allá de que salió casi siempre con los mismos 5. Por eso, además de un oro atípico, también se dio un equipo atípico, con una enorme paridad en las responsabilidades y números. Iremos por orden de número de camiseta.

6-Santiago Scala: 11.2 puntos, 4.4 asistencias, 35% triples 
Argentina tuvo mayoría de conductores tiradores (Scala, Baralle) y uno un poco más organizador (Barral). En ese esquema, Santi fue clave en algunos partidos decisivos (el inaugural contra Venezuela), y siempre generó confianza, además de ser una amenaza constante con su tiro, lo que abrió la cancha. Para ser el debut con la selección, nada mal.

8-Pedro Barral: 4.0 puntos, 1.0 asistencias, 36.4% triples
Quzá por el hecho de buscar mayores opciones de bases tiradores, tuvo menos tiempo en cancha que el resto. Pepo todavía se está acomodando al estilo de Peter Dominguez en Obras y acá eso quizá le sirvió para seguir el proceso de adaptación. 

9-Franco Baralle: 11.8 puntos, 4.0 asistencias, 40.7% triples
Franco fue un torbellino, que por momentos lo convirtió en un jugador desequilibrante y en otros, los menos, en uno más desordenado. Su tiro fue demoledor y aprovechó la eficacia de todo el equipo de tres puntos para tener más espacios para penetrar, su fuerte. Fue el más revulsivo de todos. Gran torneo del cordobés. 

11-Bautista Lugarini: 9.2 puntos, 6.2 rebotes, 30% triples
De menor a mayor. Fue ganando en confianza con el correr de los partidos y terminó siendo la figura de la final, consolidándose como un tirador confiable de tres puntos, un buen rebotero y una opción para el perímetro con su larguísima figura. De lo mejor que dejó Argentina pensando a largo plazo. En ese sentido, necesitará hacerse más fuerte físicamente, pero talento le sobra. 

14-Javier Saiz: 10.8 puntos, 6.6 rebotes, 65.7% dobles
Gran regreso de Saiz a la selección. Es uno de los pivotes que mejor juega la caída en el pick and roll y que mejor las define, porque tiene un tiro corto preciso y, sobre todo, rápido. Defensivamente es muy inteligente y solo le faltaría ser un poco más agresivo para tomar más rebotes, pero cumplió de manera excelente su tarea. Punto bien alto del equipo. 

18-Agustín Pérez Tapia (4.4 puntos, 2.8 rebotes, 23.5% triples)
Le costó un poco su debut en la Selección mayor, algo entendible teniendo en cuenta que en su puesto estaba buena parte de la ofensiva del equipo. No encontró el tiro de tres, pero fue entusiasta en defensa y en aportar en sus minutos. 

20-Juan Bocca (7.2 puntos, 1.6 rebotes, 47.1% triples)
El retorno de un Killer a la Selección. Bocca va a estar en el equipo durante muchos años, porque tiene lo que hace falta en el juego moderno de hoy: un tiro letal (tiró 0/2 dobles y 8/17 triples), carácter, tamaño (1.98), y talento. Gran oportunidad para el pibe de 18 años haber roto el hielo con la mayor en este torneo. 

23-Lucas Giovannetti (2.4 puntos, 2.2 rebotes, 1.0 asistencias)
Como Bocca, con 18 años fue buenísima la experiencia para él. Lucas tiene un enorme talento e inteligencia para el juego, además de 2.02 metros y versatilidad. Su tema hoy pasa por definirse como jugador. No tiene un tiro de 3 confiable (todavía), por lo que deberá trabajar mucho eso para ser un todo terreno. A su edad, tiene todo el tiempo del mundo para lograrlo. Una perla en bruto.

33-Fabián Ramírez Barrios (5.4 puntos, 5.4 rebotes, 28.6% triples)
Le tocó una situación complicada, porque con sus 2 metros, en este formato de juego, el cuatro siempre termina lidiando con gente grande y atlética, y por eso tuvo que hacer un enorme esfuerzo, sobre todo defensivo. Adelante no anduvo tan derecho para al aro, pero siempre aportó energía y potencia. Cumplió.

44-Martín Cuello (13.2 puntos, 3.6 asistencias, 48% triples)
Quizá el más regular de los 12. Al Loku este sistema la cae perfecto, porque tiene un muy buen tiro y un muy buen pase, las dos armas centrales. Y con la puntería que tuvo, tirando mucho (12/25 triples), fue factor X para el título. Además colaboró en el rebote, como todos, que era un punto débil y no lo terminó siendo tanto. 

83-Tayavek Gallizzi (8.6 puntos, 4.2 rebotes, 57.7% dobles)
Taya sabe que este sistema de juego no lo beneficia demasiado, pero está poniéndole mucho empeño a adaptarse. En Chile estuvo muy irregular, por momentos cometiendo muchas faltas y perdiendo muchos balones. Igual, fue una garantía a la hora de pelarse el lomo defendiendo. 

91-Kevin Hernández (3.2 puntos, 1.6 rebotes, 71.4% dobles)
Fue el tercer pivote del equipo y por eso no tuvo muchos minutos en cancha. Como Gallizzi, le cuesta todavía adaptarse a este sistema de juego donde hay que tener mucha dinámica con el pase y el juego pasa nada por el poste bajo. Aportó su granito de arena en la lucha rebotera. 

Leandro Ramella (5-0)
El marplatense tuvo una situación compleja, porque tenía que armar un equipo suyo, pero con claras líneas desde el lado de Prigioni en cuanto a estilo y tipo de jugadores. Terminó llevando un mix, se jugó con la nueva idea que planteó el cordobés desde que asumió y la realidad es que, si no comulga demasiado con ella, a Ramella le salió muy bien, porque el equipo terminó jugando a muy buen nivel en ese formato, siendo el equipo con mejor porcentaje de cancha y de triples, el más anotador lejos (8 puntos más que el segundo), el primero en rebotes y el primero en asistencias. De menor a mayor, los jugadores, de reconocido IQ alto, se fueron acomodando con los partidos y sacando ventaja de las situaciones favorables. Leandro supo llevarlos, casi sin prácticas previas, por el camino correcto, sabiendo que se iban a cometer más errores de los habituales. Gran trabajo. 

 

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