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Antoine Walker es un campeón de la NBA, tres veces All-Star y, aparentemente, un gran fanático de los juegos de azar. Según un informe de 2009, después de pagar 178 millones en deudas de juego, Walker acumuló otra cuenta de 882 mil dólares en tres casinos de Las Vegas y enfrentó cargos judiciales por delitos graves después de escribir cheques sin fondos en los casinos.

Después de ganar más de 100 millones en contratos de la NBA, pagar una deuda de 1 millón no sería tan difícil, pero para Walker no fue tan simple. En mayo de 2010, Walker se vio obligado a declararse en quiebra después de acumular deudas de 12,7 millones con solo 4,3 millones de activos totales. Incluso tuvo que vender su anillo de campeonato para ayudar a pagarlo. Su lujoso estilo de vida y el juego de apuestas sin duda jugaron un papel, pero el mayor problema con sus finanzas fueron sus inversiones inmobiliarias fallidas.

A través de su negocio, Walker Ventures, invirtió mucho en bienes raíces, específicamente en terrenos no urbanizados. Desafortunadamente, el momento fue terrible, y cuando llegó la recesión, Walker debía mucho dinero a los bancos y necesitaba vender sus propiedades con grandes pérdidas para ayudar a cubrirlo.

Sin embargo, esta historia tiene un final feliz. Solo tres años después de declararse en bancarrota, Walker anunció que estaba libre de deudas. Actualmente, además de su trabajo en FS1, trabaja con jóvenes atletas para administrar su dinero para que no cometan los mismos errores que él.