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El básquet avanza, crece, se modifica, implementa cambios, renovaciones, innovaciones. Algunos son cambios sustanciales, importantes, otros de situaciones complementarias que no afectan tanto al normal desarrollo del juego. Algunas tienen más aceptación que otros, como es normal.

Hace algunos años se viene hablando de los lanzamientos de tres puntos, quizás desde la irrupción de Stephen Curry en la NBA, quien rompió todos los moldes, los visto hasta el momento y lo que se pensaba que eran cosas normales. Tiros en movimiento, mal parado, desde cada vez más lejos. El base de Golden State Warriors hizo del tiro de tres puntos un verdadero arte.

No por nada se convirtió en el máximo anotador de tiros de tres puntos en la historia de la NBA. Pero su forma de jugar se fue contagiando a otros jugadores, las franquicias comenzaron a trabajar sus entrenamientos con líneas de tres puntos cada vez más lejanas, incluso con más de una línea. Es decir, una línea de tres puntos y una más alejada de ¿cuatro?

Como dice la canción de los Redondos: “El futuro llegó”. En la WNBA, uno de los laboratorios de la NBA, durante el All Star Game jugado el pasado fin de semana, se implementó el tiro de cuatro puntos. En cada lado de la cancha, había dos círculos, a 28 pies, es decir unos 8.5 metros de distancia del aro, si lanzaban desde ese lugar y convertían, el triple era cuádruple, valía cuatro puntos.

¿Cuánto faltará que este experimento, exitoso por lo visto en la WNBA, se traslade a la NBA?

Candace Parker pulls up for 4 🔥#TeamWilson leading late! #WNBAAllStar pic.twitter.com/H1ZSsHdYIn

— WNBA (@WNBA) July 10, 2022