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Eduardo Nájera tiene el gran honor de haber sido el segundo mexicano en haber jugado en la NBA. Su paso por la mejor liga del mundo fue de 12 temporadas y cinco equipos, siendo el único de su país en haber enfrentado a Michael Jordan en una cancha.

Esto sucedió durante su campaña debut, en Dallas, enfrentando a Washington, que vivía el regreso de su Majestad después de su segundo retiro como profesional. Y no solo compartió cancha, sino que lo defendió y hasta le tomó un rebote en la cara.

“Yo estaba en el banco, pero ya en la rotación. Cuando entro a la cancha, recuerdo ver a Jordan con el uniforme de los Wizards. No podía respirar, porque no podía creer que estaba viendo a uno de mis ídolos, el que comenzó mi sueño en mi carrera, lo sentí como si estuviera en un videojuego” expresó Nájera en Tudn.

A su vez, agregó sobre cómo se sintió dentro de la cancha al lado de Jordan: “Por minutos, al caminar dentro de la cancha, fue algo que no podía contener, una emoción gigante de estar al lado de él, de defender al mejor jugador de la historia de nuestra liga, al mejor atleta del mundo”.

En este sentido, recordó una anécdota de cómo lo hizo enojar al bajar un rebote. “La mejor anécdota que tengo dentro de la cancha es cuando le bajé el primer rebote ofensivo y anoté, entonces vi enojo en su rostro, una furia que me hizo dudar a mí también. Dije: 'Ya lo desperté'”.

Y la cosa no quedó ahí, sino que Nájera aprovechó para hacerle trash talk: “Aparte empecé a decir tonterías como 'ya estás viejo, ya que te cambien, no vas a poder bloquearme, te voy a agarrar todos los rebotes'. A él le gustó esto, entonces lo desperté, empezó a jugar un poco más fuerte. Dos o tres jugadas después, lo mismo pasa”.

Eduardo siguió su cruce con la leyenda y agregó: “Estaba furioso y mi intensidad, mi energía, mi atletismo era mejor que el de él. Hasta cierto punto me sentí un poco mal porque quería que le fuera bien, que jugara bien contra nosotros, que actuara como el Michael Jordan de antes. No le bajé a mi intensidad, ganamos el partido y al final tuvo que aceptar que era difícil para él competir a nuestro nivel y sí lo hizo. Cuando llegas a esa edad sí lo haces, pero eres muy inconsistente”.