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Ricky Rubio y sus peores momentos: “Mi mente se fue a un lugar muy oscuro”

18:01 30/01/2024 | El español repasó su último tiempo con problemas de salud mental y los procesos que lo llevaron a alejarse por completo del básquet hasta este regreso a entrenar con Barcelona.

Rubio y su sonrisa en el regreso a los entrenamientos (Barcelona)

La gran noticia de la semana fue el regreso de Ricky Rubio a los entrenamientos en Barcelona. Por ello el básquet sonrió, todo sin importar si vuelve a jugar de forma profesional o se retira.

En una entrevista con The Athletic, repasó los duros momentos que pasó en este último tiempo, que lo obligaron a alejarse del básquet y recibir ayuda profesional, y el proceso que lo llevó a eso.

“Tengo escalofríos pensando en los días en los que todo era oscuro. Había algo que me nublaba la mente, que no podía superar. Ahora estoy mucho mejor con la ayuda que necesitaba recibir, y me estoy reconstruyendo de dentro hacia fuera, y no de fuera hacia dentro. Siempre he sido el que intentaba ser positivo, pero a veces simplemente me estaba mintiendo a mí mismo. Me decía que no me podía sentir de una determinada manera porque eso me frenaría. Pero si te mientes a ti mismo, eso se acaba volviendo contra ti, y eso es lo que me ha pasado. Hay que ser sincero con uno mismo” expresó.

La noche del 30 de julio del 2023 fue la definitoria: “Una de las noches más duras de mi vida. Mi mente se fue a un lugar muy oscuro. La última lesión con los Cavs fue muy dura pero no fue el gran factor que me llevó a eso. Fueron cosas pequeñas que habían estado ahí durante años y que finalmente se volvieron contra mí”.

A su vez, se mostró esperanzado: “Espero que esto no haya supuesto un final definitivo. Quiero ver si me encuentro mejor, sé que será todo diferente. Primero, voy a pensar en mí. Todavía estoy en un proceso de recuperación, he pasado por un shock muy grande. Pero sé que el baloncesto es una parte muy grande de lo que soy”.

Y se fue hasta su debut con 14 años en Joventut: “Fue todo tan rápido que no pude ni plantearme si quería ser profesional. Fue como ya está, soy profesional. Pero con la selección no tenía miedo, no sabía que había cosas que se podían torcer. Solo pensaba en las cosas buenas. Me lo estaba pasando tan bien que podría haber jugado con una sola pierna”.

A partir de allí relató cómo se sintió en la NBA: “A veces me gustaría haber tenido una carrera todavía mejor. Me gustaría haber ganado un título. Pero al final me doy cuenta de que lo disfruté. Hubo malos momentos, por supuesto, no ha sido una historia perfecta. Pero aprendí mucho, hice muchos amigos y crecí durante todo el proceso. Disfruté del baloncesto”.

Las lesiones de rodilla pudieron ser un detonante, pero eso no fue: “Llegué a un punto en el que me sentía invencible. Entonces llegó la lesión y me dije que no me podía afectar. No sé si era inocencia, pero creía que no podía irme mal. Siempre pienso en esa lesión y en cómo podrían haber ido las cosas sin ella. Todo pasa por una razón, pero lo sigo pensando. Me lo estaba pasando tan bien esa temporada, que no me lo podía creer. Me sentí como una estrella del rock. No quería estar en el primer plano, pero tampoco me podía quejar, era genial. Mi forma de jugar era puro Ricky. No pretendía faltar al respeto a otros equipos, era mi manera de divertirme. Siempre intento ser respetuoso con todo el mundo. Pero, al mismo tiempo, me gusta divertirme en la pista”.

Y la última en los Cavs: “En los Cavaliers, llegó un punto en el que era una situación perfecta. Estaba en un equipo que necesitaba que rindiera a mi mejor nivel y yo me sentía mejor que nunca, en mi prime físico y mental. Todavía creo que no he superado aquello, la verdad. Perdí la confianza. Las cosas iban bien, todo había encajado después de haber pasado por tantas cosas... ¿y me tocaba eso?”.

Todo eso se dio en medio de un proceso donde se cerró cada vez más: “Tenía que esconder mis sentimientos, quizá porque soy una persona súper sentimental. Tenía que hacerlo así para que no afectara a mi nivel de juego. Es duro porque muchas veces solo tienes estas oportunidades una vez, no se repiten. Si no te subes a los trenes, no sabrás lo que podría haber pasado. Pero ahora creo que ojalá hubiera disfrutado más en esas primeras etapas de mi vida”.

Por su lado, el fallecimiento de su madre fue uno de los detonantes de esta situación: “Estaba perdido, no sabía quién era, tenía que reconstruirme. Creo que a mucha gente le pasa, un momento en el que se pierde y necesita reencontrarse con los motivos para vivir. Por suerte, yo lo controlé a tiempo. Ahora sé que no estoy solo. Sé que cuando explicas las cosas, la gente te entiende. Somos seres humanos, pasamos por cosas similares en contextos distintos. Hay que apoyarse unos a otros, recurrir a los demás, buscar a las personas a las que amas. Pero no voy a mentir, es un proceso duro”.

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