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Jugar en la NBA da un status de jugador superior en la mayoría de los casos. Y las selecciones que jugaron los Repechajes Olímpicos se nutrieron de ellos, que en varios casos fueron fundamentales cuando venían de temporadas no tan regulares o con mucho protagonismo en la mejor liga del mundo.

Siempre se habla que entender los roles es fundamental. Y en España el mejor ejemplo fue la dupla interior que formaron Santi Aldama y Usman Garuba. Aldama jugó una segunda temporada NBA quizás con mayor irregularidad que su segunda, pero mejorando sus números, y llegó al equipo de Sergio Scariolo donde lideró con 17 puntos, 8 rebotes y un 45% de acierto de tres puntos. Garuba, por su parte, jugó en la NBA solo 6 partidos en la temporada con Golden State y la mayor parte de la campaña lo jugó en la G-League, pero con su seleccionado fue un puntal defensivo y terminó con 7.5p untos, 4.3 rebotes y un alto 79% en dobles.

Brasil, por su parte, tuvo en Bruno Caboclo a su MVP y en Marcelinho Huertas a su guía para volver a los Juegos Olímpicos. Sin embargo, Gui Santos tuvo un papel fundamental después de una temporada con 23 partidos y 8.3 minutos en los Warriors. El alero terminó con 7.3 puntos, 4.3 rebotes y 33% de tres, sumando 12 unidades y 7 recobres en el juego definitorio ante Letonia.

Por último, José Alvarado volvió a Puerto Rico, donde es un arma fundamental en la ofensiva. Venía de unos Pelicans donde cumple un rol específico desde el aporte defensivo, pero en este caso fue goleador con 16 puntos, 3.8 rebotes, 3 asistencias y un 50% de campo, para llevar a su selección a los Juegos Olímpicos por primera vez en 20 años.