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Informe

Portland Trailblazers, el equipo maldito

08:44 29/10/2020 | Tuvo muchas oportunidades de asaltar el torneo, pero nunca lo logró después de Bill Walton en los 70. Y entre el 2007 y 2011 vivió una pesadilla.

Oden, Aldrige y Roy, el trío que hizo soñar a Portland y que terminó en pesadilla

Portland tuvo su momento de gloria cuando se consagró campeón de la NBA en 1976/77, con Jack Ramsay como entrenador y el gran Bill Walton como figura central. Estamos a 43 años de esa fecha y nunca más los Blazers pudieron coronarse, pese a formar en varias ocasiones equipos candidatos. 

No le caeremos encima al de 1991/92 que perdió la final contra los Chicago Bulls de Jordan y Pippen porque sería injusto y porque fue la única vez que volvieron a disputar la definición. Hoy nos centraremos, más que en un año, en un trío que tenía todo, a priori, para dominar la Liga: Greg Oden, LaMarcus Aldridge y Brandon Roy. 

En el draft del 2006, Portland se había sacado la lotería, porque se había quedado, vía negociaciones, con los jugadores elegidos en los puestos 2 (Aldridge) y 6 (Roy), elegidos, respectivamente, por Chicago y Minnesota. El entrenador de ese 2006/07 era Nate McMillan y la figura del equipo, Zach Randolph. Ese año también llegó un joven español que venía de ser campeón del mundo en Japón arruinándole la semifinal a Argentina: Sergio Rodríguez. Le decían Chacho. 

La 2006/07 no fue buena (32-50), pero el ánimo era alto porque tenía el pick 1 del draft 2007. Allí eligieron a un pivote que había dominado la NCAA pese a ser novato. Medía 2.13, era un enorme jugador defensivo y se llamaba Greg Oden. Oden arrancó mal y no pudo jugar la 2007/08 porque en setiembre tuvo que operarse de una microfractura en su rodilla derecha. Empezaba su calvario y el de los Blazers. 

Sin Oden, igual tuvieron una buena temporada, ya sin Randolph, pero con una cantidad de jóvenes que asustaban por el futuro que tenían: Roy (23), Aldridge (22), Travis Outlaw (23), Martell Webster (21), Jarret Jack (24) y el veterano Steve Blake...27. Esos 6 eran los líderes del equipo. No se metieron en playoffs (41-41), pero pintaban bien.

En la 2008/09 tenía que ocurrir el zarpazo. Y de alguna manera ocurrió. Ganaron 54 partidos, Oden jugó 61 (más de la mitad de los que jugaría en toda su carrera), y el equipo era hermoso de ver jugar. Habían agregado a un segundo joven español de 23 años, que tuvo un año excelente: Rudy Fernández (10.7 puntos). La inexperiencia pesó en los playoffs y cayeron en primera ronda 4-2 ante Houston. 

La dirigencia veía que el trío Roy-Aldridge-Oden podía dominar la Liga a corto plazo. Jugando juntos los 3, habían ganado 52 partidos y perdido solo 10 (83.9%), una auténtica locura. ¿Qué podía salir mal cuando los chicos crecieran un poco? TODO. 

Justamente se ficharon a algunos veteranos para que complementaran a los jóvenes (Marcus Camby, Andre Miller, Juwan Howard), pero el primer problema llegó rápido. El 5 de diciembre de 2009, luego de no perderse ninguno de los primeros 21 partidos del año, Oden saltó a tapar a Aaron Brooks, de Houston, cayó mal y se rompió la rodilla. 

No solo no jugó más esa temporada, sino que no jugó nunca más en Portland y casi podría decirse que tampoco en la NBA. Volvió 4 años después con Miami Heat, tras mil intentos de jugar, volver a lesionarse, volver a operarse y amagar con el retiro. En la 2013/14 jugó 23 partidos con Miami (jugó 2 de los partidos finales contra San Antonio, que fue el campeón), y con 26 años, se retiró. 

A todo esto, mucho antes, en aquella 2009/10, los Blazers se repusieron a la pérdida de Oden, porque Roy y Aldridge estaban en un nivel superlativo. Ganaron 50 partidos, pero dos antes de terminar la serie regular, Brandon sufrió una lesión en su rodilla. Volvió para los 3 últimos juegos de primera ronda contra Phoenix (2-4), pero no era el mismo. Otro año se había perdido inesperadamente. 

La 2010/11 tenía que ser la definitiva. No sabían todavía que Oden no volvería jamás con ellos. Y Roy estaba recuperado, se pensaba. Pero tras un inicio a alto nivel, en diciembre tuvo que someterse a artroscopías en sus dos rodillas. Volvió a fines de febrero y parecía un extraño. Sí, adivinó: los Blazers perdieron en primera ronda 4-2 ante Dallas. 

Lo trágico vino poco después, cuando los médicos le dijeron que su lesión no tenía arreglo. Con la misma edad que Oden, 26, Roy tuvo que retirarse obligadamente. "Es un día muy doloroso para mí -dijo en un comunicado-. Amo el juego, amo a los Blazers, amo a nuestros fans, pero mi salud y mi familia son hoy lo más importante". Como Oden, volvió un año después, en la 2012/13, con Minnesota, pero solo 5 partidos. Tuvo que volver a operarse la rodilla y entonces dijo adiós definitivamente. 

Los Blazers del futuro maravilloso pasaron a ser el símbolo del fracaso. Se fue McMillan y llegó Terry Stotts, y poco después Damian Lillard y CJ McCollum. Los resultados levantaron, pero Aldridge, tras la 2014/15, frustrado como estaba y con mala relación con Lillard, terminó enviado a los Spurs. Así terminó la historia del tridente que iba a cambiar el rumbo de una franquicia, y cuyo sueño fue una enorme e interminable pesadilla.

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