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Europa

Partizán, Fuenlabrada y una historia de exilio por la Guerra de los Balcanes

19:29 24/10/2023 | Luego de la confirmación de que Maccabi Tel Aviv jugará exiliado en Belgrado, recordamos el momento donde los serbios debieron dejar el país por el conflicto.

Partizán campeón en Fuenlabrada exiliado por la guerra

Partizán recibió al Fuenlabrada de Mateo Díaz en un amistoso donde el básquet tuvo un lugar secundario. Se trató de la conmemoración de los 31 años de que el equipo serbio lograra la Copa de Europa, la cual la jugó íntegra de local en el club español, exiliado por la guerra de los Balcanes que se había desatado en 1991.

El 93-63 favorable para los de Belgrado quedó en un segundo plano en una noche sumamente especial entre dos clubes hermanados por una historia de dolor por un lado y festejos y agradecimiento por el otro. Cuentan que cuando comenzaron a entrenar los serbios, que tenían apellidos ilustres como Obradovic, Djordjevic y Danilovic, el Pabellón Fernando Martín todavía no tenía los aros homologados por FIBA.

“Teníamos esas canastas que bajan del techo. Al día siguiente por la mañana nos llegaron las reglamentarias” comentó José Quintana, presidente de Fuenlabrada en El Español.

La historia comenzó de la siguiente manera: “La empresa Dorna, a través de un representante (acabábamos de inaugurar el Pabellón Fernando Martín), vino a hablar conmigo y con la persona que por aquel entonces teníamos al frente del Patronato Municipal de Deportes” como contó Quintana y agregó: “Nos habló de la posibilidad de colaborar de cara al futuro. Éramos conscientes de que teníamos un pabellón nuevo y que había que darle contenido”.

Al mismo tiempo, Partizán comenzó la Copa de Europa, actual Euroliga, en la 1991/92 con la guerra ya en pleno apogeo en Yugoslavia. Después de ganar la fase previa ante el Szolnoki Olaj KK de Hungría, fueron prohibidos de seguir jugando en Belgrado. Nikola Loncar, joven de 19 años en esa época, contó que “hasta ese momento nunca había escuchado hablar de Fuenlabrada”.

Así las cosas, Quintana contó cómo siguió todo: “En un momento dado, este representante de Dorna nos llama con la propuesta. Él tenía bastante relación con Milenko Savovic, pívot que había jugado en Granada y que seguía muy ligado a la estructura de Partizán. Savovic le informó de la prohibición de la FIBA a los tres equipos yugoslavos (Cibona Zagreb y Jugoplastika además de Partizán) que les impedía jugar en casa la Copa de Europa. Llegó la propuesta. Nos decidimos por el Partizán porque era el equipo más joven de los tres, y nos parecía que eso encajaba y que la gente de la ciudad se iba a identificar más con ellos”.

Loncar contó lo que sintieron en ese momento: “Cuando nos dijeron que vendríamos a Fuenlabrada nos sentimos fenomenal. En parte dolía, pero era jugar en Fuenlabrada o no disputar la Euroliga. Jugábamos la liga yugoslava y viajábamos entre semana para jugar la Euroliga. A Fuenlabrada, si éramos locales. Si coincidían dos partidos seguidos en casa, aplazábamos el partido en nuestra liga para quedarnos en Madrid y no tener que viajar dos veces”.

A la vez, ir a jugar a España era una vía de escape para los jugadores. “En Fuenlabrada nos olvidábamos de la guerra y de los problemas que teníamos en casa. La pena es que no pudiéramos alojarnos en algún hotel de Fuenlabrada para disfrutar más de su gente. Viajábamos siempre desde Belgrado o nos desplazábamos desde Madrid” contó Loncar.

Obradovic, ya entrenador de Partizán, pidió algo importante que generó identificación con Fuenlabrada: “Cuando entrenaban, Obradovic nos pedía que hiciéramos el favor de llevar a chavales de colegios, de centros educativos, para que los jugadores pudieran estar con ellos, firmarles autógrafos. Empezó a generarse una comunión. La avalancha de gente que les iba a ver cada miércoles fue una sorpresa para nosotros. No había día de menos de 3.500 o 4.000 personas”.

El debut fue un 7 de noviembre de 1991 ante Racing de Malinas de Bélgica y el triunfo vino con un gran respaldo de la gente en el Fernando Martín. Todo lo logrado por Partizán fue lo que llevó a Fuenlabrada a querer dar pasos adelante: “El Partizán fue la semilla desde donde posteriormente creció nuestro baloncesto. La semilla de que el Fuenlabrada esté hoy en la máxima categoría y además jugando la Eurocup. El Partizán nos contagió” contó Quintana.

A partir de allí la conexión con el club fue creciendo y Partizán pasó cuarto en el grupo B con 9 triunfos y 5 derrotas. Ya en cuartos de final vencieron a Bologna, que había sido primero del A, en tres duelos. En la Final Four sus víctimas fueron el Milano en semis y el Joventut en la definición por 71 a 70.

“Lo nuestro era jugar, entrenar y convivir día a día. Era una situación muy triste. La guerra es una mierda, una putada, una basura, para nuestros expaíses y para todo el mundo. No se lo deseo a nadie, y todo fue por culpa de los políticos” cerró Loncar.

 

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